Temperaturas superiores a los 25° en las noches, pueden traer una gran cantidad de problemas.

En verano la calidad de sueño disminuye notoriamente tanto por el calor como por los cambios en la rutina producto del horario estival. Y es que como las horas de luz aumentan, se retrasa la producción de melatonina, hormona necesaria para dormir.

El escenario se vuelve aún más complejo cuando hemos estado frente a una sobreexposición de altas temperaturas (temperaturas superiores a 25°), la que puede derivar en la aparición de un Estrés Término Nocturno o insomnio por calor.

Este problema trae como consecuencia fatiga, la somnolencia diurna, problemas de concentración e irritabilidad. Una explicación de por qué en verano somos menos tolerantes.

Esta alteración y privación del sueño puede provocar problemas respiratorios y circulatorios. Es más, de acuerdo a estudio de la Universidad de Santiago de Compostela publicado en la revista científica Epidemiology, el calor nocturno excesivo puede transformarse en un factor de riesgo e incluso aumentar el porcentaje de mortalidad.

Básicamente, para poder entrar en una etapa de sueño profunda, el cuerpo debe tranquilizar su pulso, pero si se enfrenta a un estrés térmico, esto será mucho más difícil, ya que el cuerpo estará trabajando en regular la temperatura corporal.

Al no poder entrar en una fase de sueño profundo, el cuerpo no descansa ni se recobra del ajetreo del día, por lo que el cansancio comienza a acumularse.

Cómo controlar el calor nocturno:

Evitar el estrés térmico no es fácil, pero tampoco imposible. Sólo basta con tomar algunas precauciones que pueden ayudar a solucionarlo.

1. Uno de los consejos de expertos es tomar una ducha de agua tibia antes de irse a la cama, la que regulará la temperatura corporal y relajará.

2. En lo posible, siempre es mejor optar por sábanas y pijamas de algodón, ya que es un material “de tacto suave y ligero, hipoalergénico y transpirable. Es decir, que el aire circula y se mueve libremente a través del tejido y permite que el sudor se seque. También es muy absorbente y puede humedecerse o hacerse pesado, pero en los meses de calor, se seca rápidamente”, explica el portal de moda S.

3. Bajar persianas y cerrar ventanas evitan el ingreso del sol a través de los cristales. Por supuesto, también está la opción de invertir en vidrios de control solar, que pueden reducir el calor durante el verano hasta en un 40%, según asegura Gonzalo Acevedo, Gerente General de Vidrios Lirquen.

4. Aunque sea un pequeño ventilador, este puede ser útil porque estimula la evaporación de la transpiración, y hace que sea más fácil a tu cuerpo regular su temperatura interna. Un dato es poner unos cubitos de hielo frente a él y verás como el ambiente se mantendrá fresco por más tiempo.

5. Mantente bien hidratado durante todo el día, pero evita tomar grandes cantidades de agua antes de irte a dormir.