La incontinencia urinaria o la necesidad constante de ir al baño pueden ser un signo de que algo no está funcionando como corresponde. La buena noticia es que este incómodo problema tiene solución y no tiene por qué afectar la vida diaria de una persona.

Es un tema del que no se habla, pero una de cada tres mujeres tiene pérdidas de orina. Es tan frecuente que incluso se ha normalizado y en el mercado se pueden encontrar apósitos y pañales para enfrentar este problema.

Sin embargo, perder orina no es normal y es un síntoma de una lesión en el piso pélvico que es una estructura de músculos y ligamentos, que tenemos hombres y mujeres, que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y cuya función es sostener los órganos pélvicos en la posición adecuada para su normal funcionamiento.

Las lesiones más frecuentes en el piso pélvico son las incontinencias urinarias; los prolapsos genitales, que son la salida de los órganos de la pelvis por la vagina; las incontinencias anales, y problemas en los orgasmos porque el piso pélvico está conformado por músculos que al contraerse les dan la intensidad y la duración a los orgasmos.

“Por su estructura, las lesiones del piso pélvico son más frecuente en mujeres. Las mujeres vivimos el embarazo y el parto que hacen que el piso pélvico se tenga que modificar en su forma y estructura y luego no necesariamente volver a como era antes. Lo otro que influye es que el piso pélvico se mantiene firme por las hormonas, por lo que las mujeres con el paso del tiempo, cuando las hormonas disminuyen, tienen más posibilidades de sufrir lesiones al piso pélvico”, explicó la ginecóloga de Clínica MEDS, Katherina Villa.

En ese sentido, la especialista indicó que la incontinencia está muy normalizada, pero por definición no es normal perder ni una gota de orina y que las personas deben tener un control absoluto. “En el momento en que pierdes una gota de orina porque te reíste o tosiste ahí ya tienes un problema, eso no está bien ni es normal y debe consultar”, aseguró.

La ginecóloga agregó que además de las pérdidas de orina por esfuerzo como reírse o toser otra manifestación es la necesidad súbita de ir al baño. “Cuando tienes que dejar de hacer algo porque no te puedes aguantar o vas ocho o más veces al baño en 24 horas, también es importante consultar”, indicó.

La especialista de Clínica MEDS destacó que “la dificultad de las incontinencias de orina es que dan vergüenza y se normalizan y eso hace que la gente no consulte. El problema es que esto altera mucho la calidad de vida”.

Factores de riesgo

Existen varias causas del debilitamiento del piso pélvico, entre ellas, el embarazo, el parto y post parto, la falta de estrógenos en el período postmenopáusico, intervenciones quirúrgicas, sobrepeso y obesidad, la tos crónica, el tabaquismo y el estreñimiento crónico, entre otros.

La doctora Villa explicó que “la obesidad es un factor importante y lamentablemente muy frecuente en Chile. En general, toda situación en que la pared abdominal se vea aumentada ya sea por embarazo u obesidad o en donde se provoque una presión mayor sobre el piso pélvico, va a tener más posibilidades de dañarlo porque lo someten a mayor presión”.

La buena noticia, dice la especialista, es que las lesiones al piso pélvico tienen tratamiento y si se consulta en etapas tempranas, no necesariamente va a ser un tratamiento quirúrgico.

“Hay distintos tratamientos y distintas cosas que podemos hacer. En etapas tempranas los tratamientos van a ser cambios de hábitos, ejercicios dirigidos o kinesiología, dependiendo del problema, también pude acompañarse de un tratamiento farmacológico y en los casos más severos se puede realizar una cirugía”, afirmó.

Prepararse en el embarazo

Una de las causas de las lesiones en el piso pélvico que no se pueden prevenir son los embarazos por la presión abdominal que se genera durante la gestación y los daños que se producen durante el parto. La doctora Villa recomendó que todas las mujeres embarazadas consulten y se preparen durante el embarazo con ejercicios para el piso pélvico porque éste necesita fuerza y también elasticidad para modificarse.

En este sentido destacó que existen estudios que dicen que hasta el 65% de las mujeres pierden orina en su segundo día después del parto y cerca del 90% de ellas se recuperan a los tres meses. Sin embargo, hay un porcentaje de mujeres que no se recuperan y que deben iniciar un tratamiento.

“La recomendación es durante el embarazo prepararse para el parto y al mes de puerperio consultar con el ginecólogo porque hay que comenzar a retomar la función, no solo de la incontinencia, sino que puede haber dolor y también es el momento de prepararse para retomar la vida sexual. Si hay molestias, va a ser más difícil volver a la vida normal”, indicó la ginecóloga de Clínica MEDS