En el acelerado mundo en el que vivimos, donde la estética a menudo se asocia con estándares irreales de belleza, es vital recordar que la medicina y la cirugía estética desempeñan un papel crucial que va más allá de la mera búsqueda de la perfección externa.

Entre las diversas áreas donde su impacto se hace evidente, destaca la capacidad de elevar la autoestima y probablemente los neurotransmisores en individuos que luchan contra la depresión, mejorar la sobrevida de aquellos que han atravesado tratamientos oncológicos u hospitalizaciones prolongadas o aquellas personas que por sus arrugas faciales o “guatita de delantal”, han visto afectada su inclusión laboral, vida social o su intimidad.

Un aliado para enfrentar la depresión

La depresión, que muchas veces afecta la percepción de uno mismo, puede hallar un aliado inesperado en la medicina estética. Y es que más allá de la noción superficial de embellecimiento, los procedimientos estéticos como el “Botox”, han demostrado en diversas publicaciones científicas ser eficaces complementos terapéuticos en casos de depresión mayor, convirtiéndose en una herramienta de empoderamiento, devolviendo la confianza y la sensación de control sobre la propia imagen.

Estos cambios externos, en muchos casos, se traducen en una metamorfosis interna que ayuda significativamente al bienestar emocional y al estado de ánimo.

En el contexto de quienes han padecido tratamientos oncológicos, la medicina estética puede ser una herramienta relevante en el camino de una recuperación completa. Las secuelas físicas de la enfermedad y su tratamiento a menudo dejan cicatrices visibles que pueden convertirse en recordatorios dolorosos.

Más allá de los límites superficiales

En este escenario, los procedimientos estéticos no solo reparan el daño visible, como las técnicas de pigmentación y tatuajes de areolas mamarias, tratamiento de cicatrices, estigmas quirúrgicos o de quimioterapia, sino que también desempeñan un papel fundamental en la restauración de la autoestima y la reintegración a una vida plena.

En este sentido, es crucial comprender que la medicina estética no persigue la homogeneización de la belleza, sino que trabaja en función de realzar la singularidad de cada individuo. Por tanto, desde un enfoque holístico, reconoce la conexión intrínseca entre el bienestar emocional y la apariencia física, la que ha demostrado mejorar significativamente la adherencia al tratamiento, incluso la capacidad y respuesta inmune, acortando la convalecencia.

La belleza, en este sentido, se convierte en una herramienta terapéutica que va más allá los límites superficiales.

Muchas personas que tras años de trabajo a la intemperie han dañado severamente sus rostros, mujeres campesinas, emprendedoras con negocios callejeros o labores de aseo o de restauración de jardines, por mencionar algunos casos, presentan estigmas en forma de profundas arrugas que las hacen lucir mucho mas añosas de lo que en realidad son.

Esta Ritidosis por fotodaño, puede ser mejorada o controlada, con rellenos dérmicos o peeling médicos, devolviendo la vitalidad a pacientes que lucen envejecidas o enfermas pero que en su interior se sienten vitales y saludables, generando una carga emocional hoy evitable con estos procedimientos.

Ver la felicidad en los rostros de las pacientes que hemos operado de su “guatita de delantal” en los diversos operativos filantrópicos en los que como sociedad hemos participado en diversas regiones del país, es un aliciente a continuar con esta tarea.

Es importante democratizar el acceso a procedimientos de medicina y cirugía estética para la población que ha tenido vedado el acceso a estas soluciones de salud, las que a muchas de ellas les ha devuelto no solo un abdomen más “estético” sino también su intimidad y su vida sexual.

Más allá de ser simplemente opciones de belleza, estos procedimientos tienen el potencial de ser herramientas valiosas para mejorar la salud y el bienestar de las personas.

Por ello, creo que debemos avanzar hacia un enfoque más inclusivo, donde el sistema público también brinde acceso a estas herramientas terapéuticas para aquellos que las necesiten por razones médicas legítimas.

Algunos se han atrevido. Desde el año 2022 la comuna de Graneros con su Programa Graneros te cuida, pone a disposición de sus vecinos procedimientos de medicina estética, junto al Servicio de Salud de O’Higgins hemos organizado operativos filantrópicos para operar las guatitas de delantal, y enseñar a los cirujanos locales las técnicas quirúrgicas.

Operativos similares en Valdivia y Santiago han beneficiado a cientos de personas que han visto una radical mejora en su calidad de vida.

Al hacerlo, estamos no solo ampliando las opciones disponibles para los pacientes, sino también reconociendo la importancia de la medicina y la cirugía estética como parte integral de la atención médica global, con beneficios que van más allá de lo estéticamente evidente.

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