Las empresas que prevalecerán en el transcurso de este siglo serán aquellas capaces de impulsar ágilmente la transición ecológica y digital, como parte del corazón de sus estrategias de negocio, así como también de la cultura de sus organizaciones y sus respectivos liderazgos.

Solo de esa forma las compañías serán realmente competitivas y podrán adaptarse a un contexto que demandará esfuerzos realmente profundos en el denominado triple impacto: social, ambiental y económico. Para las economías emergentes será crucial asimilar rápidamente este mensaje.

Este enfoque, catalogado como la “transición gemela” o “twin transition” por los especialistas, impulsa el avance simultáneo de las transformaciones digitales y ecológicas con el objetivo de generar impactos positivos y fortalecer el rendimiento de los negocios.

Esta idea va más allá de los meros procesos, abarcando también los resultados, beneficios y la creación de valor agregado. Las compañías que implementen esta doble transición tienen más probabilidades de ser exitosas. Esto ya se percibe en el mercado, pero será aún más determinante a futuro.

De acuerdo al Foro Económico Mundial, las organizaciones que desplegaron iniciativas medioambientales en los últimos años crecieron cerca del 15% anual, ahorrando casi US $3.700 millones. Además, se estima que el 70% del valor generado en la economía en la próxima década se sustentará en modelos comerciales de plataformas digitalmente habilitadas.

Un informe elaborado por nuestra consultora da cuenta de que países como Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Suecia lideran a escala global estos avances, impulsando ambiciosas iniciativas públicas y privadas en campos como las ciudades inteligentes, la agricultura y la energía.

El caso chileno muestra también avances prometedores. Aunque estos se encuentran en un estado de madurez menor al de naciones desarrolladas, dan cuenta de una ruta que transita en la dirección correcta. Uno de los principales hitos es la meta de carbono neutralidad al año 2050, y la evaluación de medidas tales como el cierre de centrales a carbón y la promoción de la movilidad eléctrica en sectores estratégicos.

¿Cómo pueden las organizaciones embarcarse en un viaje de transformación de doble transición? Cuando hablamos de cambios, nada es fácil ni tampoco inmediato. Será fundamental apoyarse en la innovación y su proceso de diseño de soluciones centrado en las personas, comunidades y países, como aceleradores de esta decisiva transformación

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