Qué mejor noticia y buen pie para iniciar este 2023 que dar comienzo a las celebraciones del bicentenario de las relaciones entre Estados Unidos y Chile.

El pasado viernes, el último de enero, tuvimos la satisfacción de recordar que el 27 de enero de 1823, el presidente de EEUU, James Monroe, nombró a Heman Allen como primer ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de EEUU a Chile. Desde entonces, un sinnúmero de chilenos y chilenas y de ciudadanos estadounidenses, del gobierno, del mundo académico, de la sociedad civil y del sector privado han trabajado juntos durante los dos últimos siglos para hacer de esta relación lo que es hoy. En este esfuerzo mancomunado han impulsado el conocimiento humano y contribuido a un mundo más seguro y próspero.

Con motivo de esta conmemoración hemos desarrollado un logo especial bajo el lema “Socios para un futuro mejor”, donde la palabra “socios” tiene un significado profundo. Los socios son iguales, pares que se unen para un objetivo común. También sobrellevan los tiempos difíciles, como nos ha ocurrido, y se hacen más fuertes cuando superan los desafíos. Y ¿por qué hablamos de socios “para un futuro mejor”? Porque al ir aprendiendo las lecciones de nuestro pasado, Estados Unidos y Chile somos países que miramos hacia adelante.

Si bien nuestros valores y objetivos conjuntos de promover la democracia y el estado de derecho, preservar y proteger los derechos humanos, favorecer la inclusión social y la equidad, abordar el cambio climático y la conservación de los océanos, fomentar la innovación tecnológica y lograr la seguridad global son permanentes, estamos constantemente evolucionando, creando nuevos caminos para el beneficio de nuestros países, del hemisferio y del mundo. En conjunto y unidos, Chile y Estados Unidos hemos triunfado en las ciencias, el comercio, la seguridad y la educación, y tengo la certeza de que somos capaces de mucho más aún.

Este año también se cumple el vigésimo aniversario de nuestro Acuerdo de Libre Comercio EEUU-Chile, que sigue generando más prosperidad para nuestros pueblos. La colaboración del sector privado entre nuestros países ha contribuido a los grandes avances en el impulso de nuestra meta por desarrollar fuentes de energías renovables que sean seguras y sostenibles para el medio ambiente.

Nuestro éxito en las ciencias, el comercio y la protección del medioambiente se debe a nuestra dinámica relación en materia de educación. En 1955, nuestros gobiernos firmaron un acuerdo que creó la Comisión Fulbright, que es hoy la más antigua de la región y que ha traído a Chile a más de 1.500 académicos de Estados Unidos y ha llevado a más de 3.200 académicos chilenos a los Estados Unidos. Nuestra red de American Spaces en Chile es una de las más extensa del mundo, al contar con catorce espacios, desde Arica a Punta Arenas, que ofrecen información sobre Estados Unidos, enseñan inglés y tienen programas gratuitos para promover el empoderamiento económico, la diversidad y la inclusión social.

Y, claro, Chile se mantiene como el único país en el hemisferio occidental que actualmente participa en el Programa Visa Waiver, de exención de visas.

Entonces, la pregunta es, ¿hacia dónde nos dirigimos y qué nos espera para los próximos doscientos años de nuestra relación bilateral?

Estados Unidos y Chile son dos de las democracias más sólidas del hemisferio y juntos debemos fortalecer la democracia para aquellos que viven fuera de nuestras fronteras. Agradecemos la posición de Chile con el pueblo ucraniano y en contra de la invasión no provocada emprendida por Rusia. También admiramos la condena de Chile a las violaciones de los derechos humanos, independientemente de la ideología política de un país.

Estados Unidos y Chile, por supuesto, también enfrentan desafíos comunes como la migración irregular, y felicitamos a Chile por su respuesta humanitaria. Asimismo, enfrentamos amenazas criminales similares. Muchas de las mismas organizaciones criminales, de narcotráfico, de crimen organizado transnacional, amenazan a las comunidades en Chile y en los Estados Unidos. Nuestras agencias de aplicación de la ley trabajan juntas y comparten sus conocimientos para enfrentar estas amenazas e investigar de manera conjunta los crímenes y llevar a los criminales a la justicia. Asimismo, nuestras fuerzas militares cooperan en asistencia humanitaria, respuesta ante desastres, mantenimiento de la paz, y en la promoción del papel de las mujeres en la paz y la seguridad en toda la región.

El presidente Joe Biden espera lograr estos objetivos y envió una carta al Presidente Gabriel Boric para conmemorar nuestro bicentenario. En su misiva, indica que, “al iniciar este nuevo siglo de nuestra asociación, continuaremos promoviendo nuestros valores compartidos y nuestra visión para el futuro. Espero continuar trabajando juntos para promover la paz y la prosperidad a lo largo de nuestro hemisferio y alrededor del mundo”.

Tengo la certeza de que los muchos logros conseguidos a lo largo de nuestra historia conjunta son los que nos permiten establecer los cimientos sólidos, amplios y permanentes para liderar el camino a nivel regional y mundial, como socios para un futuro mejor.

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