El Congreso Nacional aprobó definitivamente la Ley Miscelánea de Educación 2022, que presenta una serie de medidas para resolver problemáticas urgentes de nuestro sistema educativo. Pero en particular, presenta una serie de avances en las condiciones de trabajo del profesorado chileno.

En primer lugar, se consagra una conquista histórica que viene a hacer justicia al gremio docente: las horas gremiales para dirigentes comunales, regionales y nacionales del Colegio de Profesoras y Profesores, que recién en el año 2023 podrán ejercer su rol gremial equiparándose a los representantes de cualquier organización sindical o gremial.

Este es un avance notable, pues por décadas esta materia no estuvo regulada y solo hace un par de años los dirigentes del Magisterio cuentan con Fuero Gremial: aunque parezca increíble, durante muchos años los profesores electos por sus pares desempeñaron su labor sin ninguna protección legal, con el consecuente menoscabo a la organización gremial y sindical que aquello significaba.

En este punto, vale la pena hacer mención a algunas lamentables declaraciones de diputados de derecha en la Sala de la Cámara, donde sin pudor alguno lanzaron las más furibundas diatribas en contra de que la organización docente tuviera siquiera las mismas garantías de cualquier organización de trabajadoras y trabajadores. Es lamentable el nivel de fanatismo ideológico de algunos parlamentarios, que quieren negar derechos laborales básicos al profesorado únicamente porque el gremio docente no ha acompañado sus posiciones extremas en torno a la privatización y la competencia en educación.

Además de ello, la Ley Miscelánea consagró las Vacaciones de Invierno para profesoras y profesores, lo que constituye también una garantía y asegura a las maestros y maestros una calendarización seria, responsable y anticipada, todo lo cual contribuye sin duda a la salud mental en tiempos de altísima exigencia para los docentes de Chile.

En esa misma línea, la iniciativa legal regula las capacitaciones en los meses de Enero, las que ahora solo podrán realizarse si son citadas antes del 30 de noviembre del año lectivo correspondiente, lo que también contribuye a la necesaria planificación y reduce malas prácticas en algunos sostenedores, que han llegado a utilizar estas capacitaciones para «citar a nada» a docentes hasta avanzado el mes de enero, de manera más que nada represiva antes que profesional.

La gravísima situación del Bono de Retiro ve con esta ley también un camino de avance, porque facilita y agiliza el pago de un beneficio que ha llegado a convertirse en un lastre para profesoras y profesores, que han llegado a tener que esperar ¡cinco años! desde que se les concede nominalmente hasta que se les paga y pueden, por fin, retirarse de las aulas.

Finalmente, solo en lo que concierne a condiciones laborales del profesorado, esta ley recientemente aprobada permite al MINEDUC pagar directamente cotizaciones previsionales adeudadas, con lo que se puede paliar un robo a mansalva por parte de las municipales que sufren las profesoras y profesores de Chile.

En síntesis, con esta ley, conseguida con amplias gestiones del Colegio de Profesoras y Profesores a nivel nacional, pero también en cada región del país con diálogo directo con las y los parlamentarios, sin siquiera llamar a movilización alguna, sino que logrando persuadir de la importancia de las medidas que incluye, logramos algunos puntos urgentes para el profesorado, para su dignidad y para la educación. En síntesis, avanzamos.

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