Existe la propuesta de fijar los precios y pese a que en el papel suena atractivo, en la práctica puede traer más problemas que beneficios a largo plazo. Ahora te explico por qué.

Entre las regulaciones económicas que ha planteado la Comisión de Medioambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico, se encuentra la propuesta de que el Estado adopte las medidas necesarias para regular los precios de los alimentos, a modo de permitir un ingreso digno a los productores y una adecuada disponibilidad y acceso equitativo a alimentos saludables para toda la población.

A raíz de esta propuesta, es bueno analizar y explicar por qué no es buena la fijación de precios, una idea que sale una y otra vez cuando los precios se disparan por diversas razones, internas o externas.

Cuando el Estado fija los precios se genera desabastecimiento y mercado negro de los productos.

Es necesario enfatizar que esto no ocurre porque exista un sector económico fagocitador o abusivo, sino porque la fijación de precios no tiene en consideración los costos de producción de quienes producen los bienes, que pueden variar debido a que la mano de obra, materiales de producción y traslado son distintos entre productores.

Por ejemplo: Si una persona produce azúcar cuyo costo es de $10 y el Estado fija el precio en $11, el productor pensará que algo se gana, poco, pero se gana algo. Sin embargo, si el precio se fija en $8 y los costos de producción son de $10, claramente se produce una pérdida que es asumida por el productor.

En caso de que el costo fijo de $10 tenga un margen para vender a $15, va a ocurrir que algunos sí puedan vender a $15, pero otros con esos mismos $15 pierden plata, desaparecen y por lo tanto lo pueden seguir produciendo. Esto implica que se registre una disminución en la producción de bienes y servicios.

Al producirse una disminución en la producción de bienes y servicios, llegamos al desabastecimiento. Entonces lo poco que se pueda abastecer, se vende a más de $15, porque la fijación de precios para que tenga sentido tiene que ser por debajo de los niveles de equilibrio de oferta y demanda. Y por debajo del equilibrio encontramos más demanda de la gente por un producto y menos oferta de éste, ya que quienes deben producir no están en condiciones de hacerlo o desaparecieron.

Finalmente, esto genera que los precios del producto se eleven.

Lo anterior es una regla básica de economía y el desconocerla puede generar graves problemas en una economía internacionalizada y abierta al mundo como la chilena, en la que por ahora no hay restricciones al emprendimiento.

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