Siempre se dice que no hay mejor inversión que una propiedad. Tal vez por eso la contingencia del retiro de parte de un gran porcentaje de chilenos del 10% de sus fondos de las AFP ha traído consigo un importante aumento en la adquisición de bienes inmuebles.

De acuerdo a datos de la “Radiografía del Sector Inmobiliario 2021” de Yapo Propiedades, la demanda total de propiedades usadas en venta creció en 18% en el primer trimestre de 2021, si lo comparamos al mismo período del año pasado. Eso frente a una caída de los arriendos del 21%. Además, las casas se han convertido en el inmueble preferido para comprar, por sobre el 75% de las preferencias y 17% más que hace un año.

Más aún, se registró un cambio en los lugares preferidos para vivir, pues ahora las regiones con mayor alza en el interés de comprar una propiedad usada son Ñuble (50%), Coquimbo (38%) y O’Higgins (33%). Son regiones donde podemos encontrar mayor oferta de terrenos, parcelas y casas más grandes, a precios más atractivos de inversión que los de las ciudades. Además de ser zonas con campo, cercanos a lagos y vegetación, lo que también genera interés para quienes buscan instalarse a vivir fuera de Santiago.

Estas tendencias hablan de que la actual pandemia ha impulsado a que los consumidores reformulen sus prioridades a la hora de buscar dónde vivir. En la realidad del teletrabajo, con los niños en casa y el estar protegiéndose de posibles contagios, ha hecho cuestionarse el lugar en que se reside. Detalles como la comodidad y el espacio se han convertido en la variable más importante al momento de cotizar y decidirse por un inmueble, dejando de lado elementos como el comercio circundante, la cercanía al trabajo y locomoción, que hace menos de dos años eran la prioridad para los usuarios.

Las ventajas de la vida de ciudad, que han hecho por muchos años que se prefiera arrendar y comprar departamentos en centros urbanos, por ejemplo, son ahora menos importantes que antes de la pandemia, impulsando nuevas tendencias.

Una última prueba de eso es lo que ha pasado en la Región Metropolitana, que experimentó un aumento del 13% de su demanda de departamentos usados, pero la mayor alza no se dio en el centro, sino en zonas periféricas, como Paine, con casi 400% de incremento, Buin, con 200% y Pedro Aguirre Cerda, con 183%. Y eso ni siquiera se acerca al aumento del interés en adquirir departamentos usados fuera de Santiago, que llegó a un récord en la IV región de Coquimbo, con un 81%.

Aparentemente, uno de los efectos colaterales de la pandemia y las cuarentenas será la creciente necesidad de las personas de vivir en lugares con más espacio y mejor comodidad, en la medida en que el peso del encierro se hace notar. Es de esperarse que estas tendencias continúen al menos por este año y tal vez más, en especial si la liquidez de las personas aumenta con eventuales nuevos retiros de fondos de pensiones. La calidad de vida es hoy la razón principal de los consumidores a la hora de decidir dónde vivir, y es una variable que sin duda se mantendrá a partir de ahora.

Claudia Castro, gerente de Clasificados de Yapo.cl

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