El Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a presidio perpetuo calificado a Juan Israel González Quezada, declarado culpable el pasado 2 de abril por el asesinato del carabinero David Florido, tras un juicio oral iniciado en marzo. Al sujeto se le imputó el delito de homicidio a carabinero en servicio, mientras que fue absuelto del cargo de homicidio frustrado contra otro funcionario.
El crimen ocurrió el 10 de junio de 2022. Ese día, Florido acudió a una barbería de Pedro Aguirre Cerda junto a un compañero, el cabo Álvaro Sánchez. Ambos efectivos policiales se presentaron en el lugar tras la denuncia de la presencia de un hombre armado.
En ese contexto, el imputado evadió el control de los carabineros y disparó. El impacto balístico provocó la muerte del suboficial David Florido, quien fue ascendido de forma póstuma.
Condenan a presidio perpetuo calificado al asesino del carabinero David Florido
Christian Toledo, fiscal jefe de Delitos Violentos de la Fiscalía Regional Metropolitana Sur, se mostró conforme con la sentencia, ya que era la pena solicitada por el Ministerio Público.
“Nos da cuenta de que el tribunal acogió nuestras peticiones y, finalmente, obviamente, dictó esta sentencia en este rango, que es la más alta de nuestra legislación”, dijo el fiscal Toledo.
Asimismo, el persecutor afirmó que tenían la convicción de que hubo un segundo delito de homicidio frustrado, pues “habría disparado en contra de otros funcionarios“, como el cabo Álvaro Sánchez.
“El tribunal no lo consideró así. Tenemos que revisar la sentencia, si es que hay algún mérito para recurrir, pero estamos conformes de que se ha aplicado la pena más alta. Eso implica que el imputado va a pasar privado de libertad toda su vida“, agregó.
Cabe señalar que en esta misma causa hubo otra condena en marzo de 2024. Se trata de Marcela García Vásquez, exfuncionaria del Poder Judicial y pareja del condenado, quien fue declarada culpable por ocultarlo y por intentar ayudarlo a fugarse del país, lo que no se concretó.
El Décimo Juzgado de Garantía la condenó a cinco años de presidio menor en su grado máximo. Esta pena fue sustituida por libertad vigilada intensiva, por lo que la sentenciada no deberá cumplirla de forma efectiva.
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