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El colegio Saint George\'s apelará ante la Corte Suprema luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago ordenara la cancelación de la matrícula de alumnos responsables de crear imágenes de sus compañeras desnudas con Inteligencia Artificial, hecho que desencadenó denuncias de deepfake por parte de las víctimas y sus apoderados. La Superintendencia de Educación multó al establecimiento por no proteger la integridad de las alumnas afectadas. Apoderados del colegio se han manifestado a favor y en contra de la apelación, expresando su descontento con la situación. Mientras algunos critican la defensa del error por parte del colegio, otros apuntan a la orientación cristiana de la institución y sugieren que el castigo no es la única solución, generando debate en la comunidad educativa.

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El colegio Saint George’s anunció a apelará ante la Corte Suprema tras el orden de la Corte de Apelaciones de Santiago, de cancelar la matrícula de los alumnos que crearon imágenes de sus compañeras desnudas con Inteligencia Artificial (IA). Apoderados se manifestaron de diversas maneras ante la decisión del establecimiento educacional.

Recordemos que fue en febrero cuando los padres de una alumna de 15 años denunciaron que su hija fue víctima de deepfake. Este mal uso de la imagen se replicó en otras tres jóvenes, quienes también denunciaron el hecho ante la justicia mediante sus apoderados.

Es importante mencionar que la Superintendencia de Educación multó al colegio Saint Geoge’s. Esta sanción fue aplicada al establecimiento educional, debido a que este no tomo las “medidas suficientes para proteger la integridad física y psicológica de las alumnas afectadas”.

Las reacciones de los apoderados del Saint George’s ante el fallo de la corte

De acuerdo a la información entregada por El Mercurio, algunos tutores del colegio se manifestaron en contra y a favor de la apelación tras la orden de la Corte de Apelaciones de Santiago.

A través de una carta al medio, el apoderado Fernando Soffia cuestionó el movimiento del colegio.

“La insistencia en defender un error ha dañado a toda la comunidad, dejando en el alumnado y en muchos apoderados el claro mensaje de que, en este colegio, de una congregación católica (Holy Cross), no se sancionan las faltas y no se protege a las víctimas”, criticó.

En otras declaraciones de tutores, estas de carácter anónimo, se sumaron a los cuestionamientos. Una apoderada de enseñanza básica evaluó como “pésima” la acción del Saint George’s. Mientras que tutora de primer medio planteó que la solución debió ser interna y en tribunales.

Por otro lado, una segunda carta a El Mercurio cuestionó la primera. Esta última apoderada de nombre Isabel Price apuntó a la orientación cristiana del establecimiento y asegurando que el “castigo” no es la única solución. “es una institución, y como tal las decisiones las toma el equipo directivo”, manifestó.