Tras dos años de una toma en la exsede de la Universidad Pedro de Valdivia en Provindencia, se concretó el desojo de 64 personas que ocupaban irregularmente las dependencias que estaban abandonadas tras ser saqueadas y quemadas durante el estallo social. La alcaldesa Evelyn Matthei afirmó que inescrupulosos comenzaron a cobrar arriendo para vivir ahí pese a la insalubridad del espacio.

Carabineros y la Policía de Investigaciones desalojaron la ex sede de la Universidad Pedro de Valdivia en Providencia -en la región Metropolitana- que estaba tomada por personas en situación de calle.

El operativo se desarrolló el lunes en las instalaciones del ex edificio del Comité Olímpica de Chile, ubicada en Vicuña Mackenna, el que estaba abandonado desde el inicio del estallido social.

Según informó la Municipalidad de Providencia, en el recinto había 64 personas en situación de calle. Recordemos que tras las manifestaciones del 18 de octubre de 2019, manifestantes quemaron y saquearon la estructura.

Cobraban arriendo para dormir en la exsede

La alcaldesa Evelyn Matthei explicó que “algunas personas no solo se apropiaron de esto, sino que comenzaron a cobrar arriendo a familias muy vulnerables, en su mayoría extranjeros, con niños, y se aprovecharon de ellos de una manera brutal. Les cobraban por poder dormir en un lugar insalubre y peligroso, y además con un olor tan fétido que los vecinos no podían ni abrir las ventanas”.

Desalojan toma en exsede de universidad pedro de Valdivia
Diego Martin | Agencia UNO

Frente al malestar de los vecinos, el municipio creó con ellos una mesa de trabajo, en la que se determinó reubicar a los ocupantes del edificio y gestionar su cierre definitivo.

En base con un catastro realizado por la Dirección de Desarrollo Comunitario de la municipalidad, a través de su Departamento Social, en el lugar había 54 ocupantes, pero al momento del desalojo estaban 64 personas.

Reubicación de personas en situación de calle

La jefa comunal aseguró que los ocupantes salieron por su propia voluntad y aseguró que “les vamos a proveer de alojamiento durante dos meses. La mayoría son inmigrantes que de verdad necesitan una mano y no usureros que se aprovechan de ellos, que les cobran por estar viviendo en condiciones inhumanas”.

De esa forma, se reubicaron distintos albergues, hostales y recintos temporales a un total de 57 personas, para que puedan mejorar su condición de vida. Los restantes no quisieron recibir ayuda municipal.