Cinco alumnas de la Universidad Diego Portales iniciaron este martes una huelga de hambre en rechazo a la mala aplicación de los protocolos acordados en 2018 para las denuncias de acoso sexual.

La movilización comenzó hace más de dos semanas, acusando a la directora de la Escuela de Derecho de violar el acuerdo de confidencialidad, revelando la identidad de un grupo de estudiantes que denunció a un profesor ayudante por acoso.

La ministra de Educación, Marcela Cubillos, se desmarcó del conflicto y señaló que debe resolverse a nivel interno por la dirección de la casa de estudios.

A través de un comunicado, la Asamblea Feminista explicó que la medida de presión no será depuesta hasta “que se respeten los acuerdos del año pasado, se firmen las garantías mínimas, se negocie nuestro actual petitorio y se retracte de los tribunales de honor emitidos durante las movilizaciones”.

El petitorio exige, entre otros puntos, desvinculaciones y cambios a las normas de prevención y sanción de acciones de violencia sexual.

El rector de la casa de estudios, Carlos Peña, calificó el documento que contiene estas solicitudes como “tardío y desproporcionado”, con exigencias “cuyo carácter incondicional no es posible aceptar”.

La autoridad agregó que la opción restante es “impedir, por los medios legales y reglamentarios hoy vigentes, que esta situación, que daña gravemente a la universidad, continúe”.