La noche de este miércoles, y en un completo ambiente familiar, miles de personas acudieron al Estadio Nacional para participar de una jornada de reflexión en memoria del 46 aniversario del Golpe de Estado de 1973.

Las puertas del reducto de Ñuñoa se abrieron durante la tarde, lugar donde se dispuso la proyección de videos por la fachada que da hacia avenida Grecia y la realización de espectáculos culturales al interior del recinto.

Sumado a ello, también se concedió la entrada a los túneles del estadio, un lugar que fue centro de detención y tortura tras el derrocamiento del presidente Salvador Allende y durante el régimen de Augusto Pinochet.

En los túneles, además, se prepararon galerías de fotos con víctimas del Golpe y de detenidos desaparecidos.

El único incidente de la jornada ocurrió cuando miembros de la barra de la Universidad de Chile subieron al techo de las boleterías y lanzaron bengalas.