Este viernes el fiscal Claudio Orellana llegó hasta el Hospital de Carabineros para entrevistarse con los dos funcionarios que hasta esta mañana permanecían internados tras el atentado explosivo en la 54º Comisaría de Huechuraba.

Se trata del mayor Manuel Guzmán y el cabo José Aguayo,que hoy mismo fue dado de alta por lo que continuará recuperándose de sus lesiones en su domicilio, mientras que el mayor de la comisaría, que sufrió las heridas de mayor gravedad, deberá continuar en el recinto para someterse a más exámenes y análisis del equipo médico.

Debido a su condición, dijo el fiscal, solo se entrevistaron brevemente sin haber tomado una declaración formal, esto como parte de las diligencias del Ministerio Público tras la detonación que dejó su oficina con daños de consideración.

Asimismo, indicó las diligencias que han realizado desde ayer tanto personal del GOPE como Labocar y el OS9.

En esa línea, dijo que se trabajó en los sitios del suceso y se levantó la evidencia de los lugares, que ahora está siendo dividida para ser analizada por los distintos departamentos de la policía.

Asimismo, se han recopilado imágenes de cámaras de seguridad y se ha tomado declaración de las personas “que tuvieron contacto con las encomiendas que fueron enviadas, testigos y víctimas”.

Respecto a la fabricación de los artefactos, indicó que “aparentemente se trataría de alguna sustancia explosiva de fabricación industrial”, advirtiendo de todos modos que aún “no podemos hablar de mayor o menor sofisticación, simplemente indicar que en principio el método constructivo tiene algunas similitudes y diferencia con otros a los que nos hemos enfrentado”.

En esa línea, enfatizó en que “no estamos en condiciones de señalar si hay un grupo o una persona detrás”.