Investigar el origen de las armas y fuegos artificiales utilizados en funerales de narcotraficantes, además de reordenar la labor preventiva, son parte de las tareas pendientes que identificó la primera mesa de trabajo de seguridad, realizada por la Subsecretaría de Prevención del Delito, junto con Carabineros y la Policía de Investigaciones, además de la Fiscalía y alcaldes de distintas comunas de Santiago.

La reunión se concretó luego de los últimos hechos ocurridos en la comuna de La Granja, donde en un funeral se dispararon al menos 100 tiros al aire más fuegos artificiales, todo frente a la inacción de la policía.

La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, reconoció que hay que mejorar la coordinación entre las policías y las fiscalías, para perseguir con mayor eficacia estas bandas.

Desde Carabineros, el general Esteban Díaz señaló que se están ordenando algunos protocolos y reforzando el trabajo, para determinar el origen de las armas en manos de narcotraficantes.

El alcalde de La Granja, Felipe Delpín, reiteró su preocupación por el alto poder de fuego de estos grupos e insistió en la creación de una fuerza de trabajo policial que actúe con mayores recursos, para detener todo acto que transgreda la ley durante un funeral.

La subsecretaria Martorell reiteró que todo este plan debe ir acompañado de un trabajo de rehabilitación para drogadictos y de un plan de seguridad integral para los vecinos.