Este viernes el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, llamó a que quienes sean víctimas de acoso callejero en la comuna denuncian el hecho para multar a los acosadores, de acuerdo a establecido en la ordenanza municipal.

A través de Twitter, Lavín compartió los testimonios de las primeras denunciantes en la comuna, a quien visitó en sus domicilios.

“Ya estamos recibiendo las primeras denuncias por nueva ordenanza contra acoso callejero. Quiero agradecer a Valentina y Paulina que me invitaron a su casa y me contaron lo que les pasó”, escribió.

La primera denunciante fue Paulina González, quien relató el acoso que sufrió por parte de un trabajador de una empresa de grúas, cuando iba camino al trabajo desde su casa.

“Una de las personas que trabaja fija la mirada en mí, en partes del cuerpo que le importaban a él, sigo caminando y me doy vuelta bruscamente para ver si sigue mirando y efectivamente seguía”.

Ante eso, la denunciante le preguntó al trabajador si tenía algún problema. “Él se ríe y empieza a hacer gestos obscenos con su boca y cara”, explicó.

“Me dio rabia, le tomé fotos y le dije que las subiría a redes sociales, (pero) le dio lo mismo”.

Según relató, tras esto llamó por teléfono a la empresa de las grúas, donde no le preguntaron ningún detalle de lo ocurrido, por lo que decidió subir la denuncia al muro de Facebook de la compañía, junto a fotografías, advirtiendo a las mujeres a no llamar usar esta empresa.

Fue recién ahí cuando la contactaron y le preguntaron mayores detalles. Sin embargo, al preguntar posteriormente sobre qué había ocurrido, no le respondieron.

Acosada por vecinos

La segunda denuncia fue realizada por Valentina, quien relató el acoso sufrido por dos hombres mayores, quienes resultaron ser vecinos del edificio en el que vive.

“Deben haber sido como las 5 de la tarde, yo venía del metro de mi casa, soy bailarina y venía de entrenar”, contextualizó la joven.

Según relató, iba caminando escuchando música con audífonos cuando escuchó gritos, los que aclara deben haber sido muy fuertes para alcanzar a oírlos, por lo que los sacó para ver qué pasaba.

“Eran dos señores que venían de la calle de al frente gritándome a mí cosas que quizá la gente dirá que no son ofensivas, pero a un nivel muy fuerte, que yo me asusté lo suficiente para acelerar el paso“, contó.

Luego, sigue, “veo que se van acercando a mí, aceleré, estando cerca de mi casa me doy vuelta y ellos venían entrando a mi edifico”.

La joven explicó que ha sufrido acoso anteriormente y había reaccionado y enfrentado a los agresores. Sin embargo, esta vez no pudo hacerlo debido al impacto que le causó, pues no esperaba una actitud así de su parte.

“Uno tiene un prejuicio que una persona con terno, menos de esa edad, no va a ir a acosarte, menos a dos cuadras de tu casa”, comentó, agregando que “no supe reaccionar porque en mi cabeza no cabía cómo dos personas de esa edad o como se veían podían estar haciendo eso“.