Las pistas de la Costanera Norte, en el sector alto de la capital, se han transformado en un lugar predilecto para los conductores de carreras clandestinas, quienes durante los últimos años comenzaron a utilizar la concesionaria para sus competencias ilegales.

Según consignó El Mercurio en su versión impresa, el alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, se encuentra en busca de una solución, por lo que implementó una mesa de trabajo en la que participan diversos actores a raíz de este problema.

A corto plazo las medidas apuntan a un mayor control en la autopista, por lo que se planea comprar pistolas que capten la velocidad de los vehículos para obtener una foto de la patente.

Según los datos entregados por Costanera Norte, los conductores de estas carreras clandestinas tienen en promedio 28 años, quienes se coordinan a través de redes sociales y en sus eventos llegan a reunir hasta 100 personas.

A raíz de esto, se generan semanalmente 30 multas cursadas por Carabineros mientras que en el juzgado de policía local llegan entre 30 y 40 denuncias. A lo largo del 2016, las denuncias ascendieron a las 150.

El juez del Primer Juzgado de policía local de Vitacura, Sergio Villalobos, detalló al matutino que los reclamos de los vecinos hasta ahora no generan ningún efecto, ya que para aplicar algún tipo de sanción es necesario haber pasado por el control de Carabineros.

De esta manera, el problema no se resuelve sólo con la emisión de partes, ya que en muchos casos los conductores participan de las carreras sin su licencia de conducir.

Ante esto se ha planteado la necesidad de tipificar el exceso de velocidad cuando se supere los 160 kilómetros por hora, por lo que los cambios también deben producirse en el ámbito legal.

Es por esto que las autoridades buscan un cambio en la normativa vigente y que implica sancionar de manera diferente el exceso de velocidad cuando se produce durante las carreras ilegales.