El ministro de fuero Juan Muñoz Pardo rechazó la demanda por $450 millones interpuesta contra el Arzobispado de Santiago por las víctimas de abusos sexuales del cura Fernando Karadima.
Se trata del médico James Hamilton, el periodista Juan Carlos Cruz y el presidente de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo.
Los profesionales pretendían ser indemnizados por la presunta “negligencia sistemática e ignorancia deliberada” de las autoridades de la Iglesia Católica al momento de enfrentar los casos de abusos de que fueron víctimas.
Sin embargo, en un fallo de 291 páginas el juez Muñoz desechó la demanda civil “que en la valoración de la prueba rendida por la demandante, apreciada legalmente en conjunto con los descargos y argumentos de la demandada, no permiten formarse convicción acerca de la existencia de coerción, difamación y silenciamiento por parte del Arzobispado de Santiago, en desmedro y sufrimiento de los actores, por insuficiencia probatoria”.
Respecto a las denuncias de las víctimas sobre el conocimiento del Arzobispado de los delitos que cometió Karadima el juez concluyó “no resulta posible, asimismo, configurar encubrimiento de los abusos sexuales de Karadima por parte del Arzobispado, ya que no hay prueba alguna a su respecto. La tardanza en dar tramitación progresiva a las denuncias de dos de los actores, ha sido explicada por el Arzobispo de ese entonces, e incluso ha pedido perdón por dicho atraso”.
La demanda fue elaborada por el abogado Juan Pablo Hermosilla, abogado que podría apelar a esta resolución del ministro Muñoz.
Durante los tres años de tramitación, por esta demanda civil han tenido que declarar el cardenal Rizardo Ezati, el propio Karadima y las víctimas, entre varias otras diligencias.
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