En los últimos meses se han intensificado las críticas hacia la labor del Servicio Nacional de Menores (Sename). Esto, tras la muerte Lissette Villa, una niña de 11 años, al interior de uno de sus centros de acogida a menores vulnerados, lo que incluso derivó en la renuncia de la directora del servicio, Marcela Labraña y en una investigación judicial.

A esta situación se suma una serie de denuncias realizadas por los mismos funcionarios, quienes acusan las precarias condiciones en las que viven los niños y en las que ellos deben trabajar.

Sin embargo, el Sename ha sido cuestionado hace años e incluso especialistas han declarado que la institución está lejos de cumplir con la misión por la cual fue creado: ayudar a niños vulnerados y entregar rehabilitación.

La muerte de Lissette

Lissete falleció alrededor de las 20:00 horas del martes 12 de abril producto de un paro cardiovascular al interior del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino ubicado en la comuna de Estación Central. Es un inmueble dependiente del Sename en donde se encontraba tras pasar por una serie de hogares a su corta edad.

Fue la misma directora del Sename, en ese tiempo Marcela Labraña, quien en una conferencia de prensa explicó que la muerte de la niña se debió a los traumas de un abuso sexual de un familiar cercano junto con la angustia que le provocó que su madre no pudiera visitarla como habían acordado con anterioridad.

“El día domingo ella estaba esperando la visita de un familiar muy cercano, la cual no llegó y eso hizo que esperó hasta muy tarde y el día lunes ella empezó a hacer crisis emocional, lo que hizo que todo el día el equipo profesional de salud del Servicio Nacional de Menores de esta residencia hiciera contención de ella, se continuó su tratamiento y alrededor de las ocho de la noche se desmayó y sufrió un paro cardiovascular”.

Al respecto, el psiquiatra y especialista en neurociencias clínicas, Rodrigo Paz, explicó a BioBioChile que fue contactado por el equipo de veía a la menor un mes antes de su muerte. Paz es enfático en asegurar que Lissette estaba sobremedicada.

“La niña murió y la directora del Sename en vez de asumir el problema y el error se apresura en decir que todo está bien y además tiene la mala idea de asegurar que la niña murió por problemas que acarreaba tras sufrir un abuso sexual por parte de un familiar cercano, revelando intimidades y el diagnóstico de una menor de edad vulnerando una serie de derechos“.

Producto de sus declaraciones, Marcela Labraña presentó su renuncia a la dirección del Sename el viernes 22 de abril, a ocho días de la muerte de Lissette, explicando que se retiraba agradecida del trabajo realizado en dos años, “donde avanzamos en mejorar el perfil técnico del servicio y fortalecer la protección de los derechos de los niños y niñas de nuestro país así como avanzar en la reinserción de los jóvenes infractores”.

Actualmente la dirección del Servicio Nacional de Menores se encuentra bajo la tutela de Solange Huerta.

La evaluación del Sename

BioBioChile tuvo acceso a un documento fechado el 13 de julio de 2011, en donde se resolvió aplicar una medida de protección en el Juzgado de Familia de Colina a favor de la menor debido al maltrato verbal y físico realizado por parte del padre y a la negligencia materna.

En medio de esta diligencia, la Justicia solicitó la opinión de los profesionales del Centro de Salud Mental (Cosam) sobre “si es pertinente derivar a la niña a otra red de salud que correspondería al Hospital Roberto del Río, atendido que el tratamiento sostenido en el Cosam no estaría dando los resultados efectivos y por último sugiere que la causa se derive al encargado de la Oficina Nacional de Protección de Derechos don Jorge Lavanderos, atendido que en Til Til no se cuenta con otra red del Sename que pudiera apoyar el tratamiento, y no es recomendable que la menor sea ingresada a un hogar residencial, sino más bien empoderar a la requerida en su rol de la madre”.

Paula de la Cerda, directora regional metropolitana del Sename, respondió al Juzgado de Familia el 24 de mayo de ese mismo año que “analizados los antecedentes, se puede estimar necesario profundizar el diagnóstico de la adolescente, en cuanto no existe certidumbre en cuanto al grado de consumo y si este requeriría de desintoxicación. Por lo anterior, se ha solicitado al programa de prevención comunitaria de la comuna de Til Til que realice una visita domiciliaría e informe a esta Dirección Regional acerca de las observaciones en el contexto personal de Lissette, así como el familiar y factores protectores”.

“Una vez cumplido lo anterior, esta Dirección Regional Metropolitana remitirá a Usía una propuesta de intervención, sustentada en el diagnóstico antes indicado, el que puede incluso sugerir el ingreso a una residencia de rehabilitación en drogas“, indica el documento firmado por De la Cerda.

La respuesta de las autoridades regionales del Sename tiene una serie de imprecisiones graves con respecto al caso de Lissette. Lo primero, el informe fue emitido en 2011 cuando la menor tenía siete años de edad, es decir, no era una adolescente como afirma De la Cerda.

Además, el servicio asegura que no se tiene certidumbre al grado de consumo y si éste requiere desintoxicación. Sin embargo, fuentes de Sename aseguran que la menor no tenía antecedentes de consumo de ninguna droga y aún así el Sename recomienda su ingreso a una residencidencia de rehabilitación de drogas como el Manresa Femenino.

Tras recibir esta respuesta desde el Sename, el consejero técnico el Juzgado de Familia de Colina, Mauricio Maureira, contestó que “respecto de las acciones implementadas por ese organismo en relación a la niña, según lo dispuesto por este Tribunal en audiencia de fecha 13 de mayo del 2011, y advirtiendo que dichas acciones no corresponden a la problemática de la niña de autos (aluden a consumo de drogas en circunstancias que se trata de grave desajuste conductual), sugiero reiterar la diligencia adjuntando mayores antecedentes a esa institución para mejor ilustrar en relación a la medida de protección que se requiere adoptar“.

Casi dos meses después de la respuesta del consejero técnico y en audiencia de revisión de la medida de protección interpuesta a favor de Lissette, el tribunal reiteró la solicitud de información al Sename, sin embargo, no hubo respuesta al requerimiento.

Para el psiquiatra Rodrigo Paz las falencias del Servicio Nacional de Menores son claras así como terribles e interminables. “La muerte de Lissette deja al descubierto lo mal que está el sistema de protección del Sename. El objetivo de la internación es dejar ahí a los menores mientras el Juzgado de Familia permite al servicio tomar las medidas necesarias, las que son: rehabilitación y adopción cuando es necesario, pero el sistema simplemente no funciona”.

Respuesta Sename 24 de Mayo de 2011 by BioBioChile on Scribd