El piloto que protagonizó el último accidente aéreo de la isla Mocha está de vuelta en el aire, volando una nueva avioneta para la empresa ATA. La denuncia, con dolor e indignación, la hizo la familia de la víctima fatal que dejó el siniestro, limitándose la DGAC a confirmar el antecedente.

Fue el 9 de julio cuando la avioneta con habitantes de la isla Mocha se estrelló poco antes de aterrizar en Tirúa. Laura Herrera, de 81 años de edad, quedó con lesiones graves que finalmente le causaron la muerte.

Para la familia de la víctima fatal, han sido dos meses de mucho sufrimiento. Primero esperando su recuperación, después debido a su fallecimiento y el martes pasado cuando en una lancha los hijos tuvieron que trasladar el cuerpo hasta la isla.

Por eso, la hija de Laura, Marianela Moya, manifestó su indignación al enterarse que quien pilotaba la avioneta siniestrada está de regreso en su trabajo.

Fue un ahijado de la víctima quien dio el aviso a la familia en la isla Mocha, tras ver a la avioneta y al piloto en Lebu.

Un nieto de Laura, Heraldo Moya, se trasladó al aeródromo de la isla, pudiendo confirmar el hecho.

“Para nosotros el momento fue de rabia, impotencia (…) al ver que la justicia no está funcionando”, expresó.

Y es que no obstante ser blanco de una investigación, el piloto de ATA efectivamente está de vuelta en su puesto. Así lo confirmó además la Dirección General de Aeronáutica Civil, precisando que el hombre tiene su documentación al día, pero sin explicar por qué hay dos empresas conectando la isla Mocha con el continente: la empresa que sufrió el accidente y Heliworks, la contratada después por el Ministerio de Transportes.

DGAC
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