Pese a que Los Ángeles sigue liderando los casos de covid-19 en la región del Bío Bío, se registró una fiesta clandestina que contó con la participación de menores de edad.

Si bien durante los últimos días se potenció el trabajo fiscalizador, al igual que las estrategias de testeo y trazabilidad, aún los casos se mantienen al alza, mientras que los activos no bajan de los mil 400.

Los Ángeles tuvo 110 nuevos, y como es la tónica de los últimos días, lidera en la región con sus 713 activos.

En la capital provincial se constató una nueva fiesta clandestina, registrada camino a Santa Bárbara, cerca del kilómetro 7. En el lugar, a pesar de que se dieron a la fuga algunos asistentes, se logró verificar la presencia de 7 mayores de edad y 2 menores.

Los registros de esta fiesta, que también se difundieron por redes sociales, dejaron sumarios sanitarios, incluyendo a los padres de los menores que participaban de esta actividad irregular.

El reporte mostró a Mulchén con 24 infectados más y con 163 activos; Alto Bío Bío con 11 nuevos llegó a 141 contagiantes y Nacimiento con 22 más, marcó 100 activos.

Santa Bárbara también con un avance relevante, marcó 17 nuevos; Yumbel tuvo 7 más; Cabrero y Negrete 6; San Rosendo 4; Quilaco 3; Laja 2, y las comunas de Tucapel, Antuco y Quilleco sumaron un caso nuevo cada una.

Así, en las 14 comunas se totalizaron 215 nuevos enfermos y hay mil 448 personas en condición de activas.

Recordemos que en entrevista con La Radio, quien lidera el equipo de proyecciones covid-19 de la Universidad de Concepción, el doctor Guillermo Cabrera, entregó algunos análisis que demuestran la compleja situación que aún vive la zona.

De todos modos, afirmó que se han logrado estabilizar las cifras y eso debería permitir, según se espera, que los números comiencen a bajar.

Es así que, a pesar de lo implementado por la autoridad sanitaria, también dependerá de la población que las cifras mejoren, y por ende, dentro de lo posible se logre avanzar de fase, algo que se ve lejano, aún con una cuarentena que rige en Los Ángeles desde el 20 de febrero pasado.