En libertad quedó el carabinero formalizado por disparar a un manifestante el viernes en Concepción, decretando el tribunal sólo una de las cautelares solicitadas por la Fiscalía: la prohibición de acercarse a la víctima.

En la resolución que negó otras dos medidas, el juez calificó el ataque de la víctima al uniformado como cobarde y la respuesta del sargento racional y necesaria.

En una extensa audiencia, el Ministerio Público formuló cargos por violencia innecesaria contra el sargento primero Víctor Torres Aguayo, imputándole además lesiones graves causadas a Gabriel Arias, tras usar su arma de servicio en el marco de una ataque el viernes en la esquina de avenida Paicaví con calle San Martín.

El fiscal Nelson Vigueras explicó que la formalización se decidió tras recibir el peritaje sobre la herida causada por el disparo y al calificarse como desproporcionada la respuesta del uniformado a la actuación de la víctima.

El juez Marcelo Bustos, del Juzgado de Garantía de Concepción, decretó sólo como medida cautelar la prohibición de acercarse a la víctima, rechazando el arraigo nacional que pedía la Fiscalía y también la prohibición de portar armas de fuego, al desestimar la gravedad del actuar policial, calificando como cobarde el ataque al carabinero y al justificar además el disparo percutado.

Desde el viernes el policía uniformado se encontraba detenido, recuperando este lunes su libertad y con la luz verde para regresar a sus labores en la Primera Comisaría.

La resolución fue destacada por el defensor regional, Osvaldo Pizarro, quien coincidió con el magistrado, al subrayar que lo que hizo su cliente fue en defensa propia ante el violento ataque.

En un video exhibido por la Fiscalía se aprecian los hechos que llevaron al sargento Torres a utilizar su arma, luego de ser botado de su moto y golpeado, antecedentes que en todo caso son parte de una investigación que comienza y que se extenderá por cinco meses.