Total hermetismo existe en el Ejército respecto de la investigación sobre el robo de dos fusiles y el extravío de equipos militares desde el regimiento Chacabuco de Concepción. La situación procesal de los dos conscriptos acusados por la Fiscalía Militar permanece sin ser conocida.

Fue el Ministerio Público el que acreditó que la sustracción del armamento había sido perpetrada por los soldados Cristian Quiñones Gaete y Cristian Ruminot Martínez, junto con el civil Danilo Andaur Paredes.

Tras esto, Radio Bío Bío conoció de la pérdida de equipo militar en julio del año pasado, robo que recién ahora habría sido denunciado por el jefe de la unidad militar, comandante Gonzalo Cubillos.

Consultado el 9 de abril pasado, día del robo de los fusiles, si tenían conocimiento de otra pérdida de equipo de guerra, el oficial fue categórico al negar tal situación.

Sin embargo, el 11 de abril el mismo comandante Cubillos reconoció a través de un escueto comunicado la pérdida de “vestuario”, aunque por lo que se sabe, lo que se habría perdido en julio del año pasado fueron chalecos antibalas, un porta cargador de municiones y un porta granada.

Según antecedentes de Radio Bío Bío, es el secretario abogado de la Fiscalía Militar, Cristopher Marchant, y no su titular, Fernando Grandón, quien está a cargo del caso Fusil, así como del robo de equipos de julio de 2018, por el que habría abierto dos causas: una por el mismo hurto y otra por incumplimiento de deberes militares respecto de quienes no denunciaron lo ocurrido.