Apoderados y estudiantes protestaron este viernes en las dependencias del Colegio Siglo XXI de Curauma, donde varias alumnas denuncian ser víctimas de acoso sexual por parte de un compañero. El establecimiento habría sancionado a las afectadas en vez del alumno acusado. La Superintendencia de Educación investigará los protocolos adoptados por parte del colegio.

Son un total de 7 las estudiantes, todas ellas alumnas del 2° Medio B del Colegio Nueva Era Siglo XXI de Curauma, las que denuncian haber sido víctimas de acoso sexual por parte de uno de sus compañeros de curso.

Los hechos habrían ocurrido a contar de 2020, mediante mensajes y fotografías con los que las habría hostigado a través de redes sociales.

Al informar la situación a las autoridades del establecimiento -por medio de capturas de pantalla que acreditarían lo ocurrido- éstas únicamente habrían forzado una dinámica grupal para que el presunto acosador les pidiera disculpas.

Sin embargo, según comentaron apoderadas en medio de las manifestaciones contra el colegio, se habría sancionado a las víctimas, rechazando la petición de cambiar al alumno de curso.

“El colegio no nos ha dado ninguna respuesta, sólo que se le dio tratamiento psicológico, pero ellas siguen viviendo con el agresor”, denunció una de las apoderadas en protesta.

Otra añadió: “Funaron al niño y el colegio sancionó a las niñas. Las están suspendiendo por días. Ahora el colegio lo pasó (al alumno) a ser víctima y nuestras hijas son las victimarias. Están apoyando totalmente al chico”.

Si bien los apoderados de las menores interpusieron la denuncia ante la Fiscalía y la Superintendencia de Educación, no fue hasta que Radio Bío Bío consultó a este última institución que tuvieron novedades al respecto.

El superintendente subrogante, Claudio Borges, anunció el inicio de una investigación respecto a los protocolos que adoptó el colegio.

“Como Superintendencia de Educación ingresamos una denuncia de oficio para investigar qué acciones llevó a cabo el establecimiento en el hecho denunciado. Los sostenedores deben tener protocoles que apunten al resguardo y la integridad psicológica de niños y niñas”, declaró Borges.

Lo que solicitan los padres y madres de las afectadas es que se aborde como un caso de acoso sexual y no como “una simple rencilla”. Al mismo tiempo, piden que se separe al acusado de las afectadas, y “que se deje de tratar como victimarias a las víctimas”.