“Pedir disculpas como país, donar juguetes a los niños y niñas, habilitar unos albergues y hacer una marcha en apoyo a los migrantes”. Esas fueron las reflexiones efectuadas por Amparo, una niña de 8 años, sobre la quema de pertenencias de migrantes ocurrida el pasado sábado en Iquique. Las respuestas de la menor se hicieron viral tras ser compartidas por su padre en Facebook.

Lo anterior, tras una actividad impulsada en una clase de historia del Colegio Robles de Villa Alemana, establecimiento donde la menor cursa su segundo año básico y en el cual propuso medidas de “cómo reparar lo sucedido en Iquique”.

Diego Cortez Villarroel, padre de Amparo, señaló a BioBioChile que “nos tiene un poco impresionados lo que ha pasado en cuanto a la reacción de la gente. Creemos que es importante que, en este caso, la voz de una niña como es la Amparo sea capaz de reflejar lo que muchos niños sienten y lo que sentimos muchas familias en Chile a raíz de esta crisis que se está generando”.

“Al menos a nosotros, nos da esa tranquilidad de saber que la Amparo es una niña que está consciente del país en el que está viviendo y de las situaciones que en el fondo se están produciendo en el país”, añadió.

Consultado sobre la iniciativa de los docentes de incentivar reflexiones de este tipo, Diego aseveró que “el colegio en particular se caracteriza por buscar justamente esa reflexión en los niños y en la niñas y también en los apoderados, en toda la comunidad educativa”.

“De hecho, nosotros por eso buscamos en su momento incorporar a la Amparo en el proyecto que el colegio planteaba y creemos que es fundamental, porque si bien los niños necesitan aprender lo necesario respecto a las matemáticas, lenguaje, de la historia, también necesitan formarse finalmente como ciudadanos y ciudadanas del futuro”, manifestó, haciendo foco en la importancia que los docentes tienen en ello, siendo ejemplo de aquello Camila Flores, profesora a cargo -en el curso de su hija- de la actividad reflexiva que se realizó en todo el colegio por orden de la dirección.

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Si bien Diego compartió la imagen que se hizo viral tal como la hecho con otras situaciones familiares, aseveró que lo ocurrido “me ha llevado a reflexionar en el fondo sobre lo importante que es que nosotros como sociedad tengamos una voz, y quiero entender que lo que pasó en Iquique -independiente de la reacción- no se trata de condenar solamente a las personas que hicieron esto, sino que finalmente creo que son una minoría en este país y que lamentablemente están siendo manipulados, y están siendo incentivados por un discurso de odio que algunos sectores intentan lamentablemente instalar”.