El subcomisario de la Brigada de Homicidios (BH) y perito de la PDI, Gabriel Alarcón, declaró nuevamente la mañana de hoy jueves ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar, ocasión en la que reveló nuevos detalles respecto a la muerte de Nibaldo Villegas.

En la ocasión, el detective contradijo los relatos de los imputados Francisco Silva y Johanna Hernández, pues -a diferencia de los acusados- sostuvo que el desmembramiento del docente no ocurrió en la casa de la víctima, sino que durante la fogata en la playa Las Docas, Laguna Verde.

En efecto, sostuvo que la evidencia hallada en la cama de Nibaldo concuerda solamente con la herida cortopunzante que le ocasionó la muerte.

No hubo una contaminación tan grande que permitiera lucubrar que ellos tuvieran diferentes acciones posterior a la muerte en el domicilio de desmembramiento y de amputación del cuerpo”, explicó.

Por el contrario, “Laguna Verde ofrece espacio abierto, cerrado, camino, nula gente transitando que le permitiese tener acciones violentas con el cuerpo”, añadió.

El policía agregó también que alrededor de dicha fogata se encontraron restos óseos de la cabeza y mandíbula del fallecido.

Coartada

Alarcón también indicó que el asesinato fue premeditado y planificado y que incluso ambos imputados tenían una coartada par cubrir el crimen, la que evidentemente fracasó.

Según detalló, Silva y Hernández escribieron una carta de suicidio, firmada a nombre de Nibaldo. Luego pretendían realizarle cortes en las muñecas, todo ello para que “el día de mañana permitiera inferir a policías, familia y Ministerio Público” que la víctima se había quitado la vida, sin intervención de terceros.

“Eso es lo que ellos conversan, eso es lo que inicialmente tenían pensado”, aseveró.

Aún no está claro porqué el plan fracasó, aunque la declaración de Silva y Hernández podrían dar algunas luces al respecto. Según el relato de ambos, la víctima -pese a estar drogada por el clonazepam suministrado en una malta con huevo- habría despertado mientras Francisco se encontraba en el domicilio.

“Estaban desesperados”

Dicha situación no estaba contemplada en el plan original, lo que podría haber derivado en un cambio de idea que terminó con la apuñalada que le causó la muerte.

Asimismo, aún resta conocer quién dio el golpe que mató a Nibaldo, pues ambos se culpan mutuamente.

Respecto de estos nuevos antecedentes, Jonathan Díaz, sobrino de la víctima dijo que “no nos explicamos por qué llegar a ese nivel de brutalidad, porque mi tío era una persona buena, se ha demostrado en todo momento”.

“Estaban desesperados y lo único que querían era hacerlo desaparecer a cualquier precio”, sentenció.