Como “cuasidelito de homicidio” fue caratulada la investigación por la caída del avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea (FACh), que se precipitó al Mar de Drake.

La decisión fue tomada por el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, luego de tomar conocimiento, mediante un oficio de la institución armada, de que hubo registro de dos desperfectos de la aeronave.

El accidente ocurrió el pasado 9 de diciembre en el Mar de Drake, cuando el avión que iba a la Antártica y que llevaba 38 pasajeros se precipitó al océano por causas que aún no son establecidas. Sin embargo, los últimos descubrimientos podrían servir para establecer una teoría certera de lo que ocurrió.

Desde el 29 de enero pasado que la causa se indaga como cuasidelito de homicidio, según informó El Mercurio. Esto se conoció luego que el fiscal Campos solicitara asistencia al Departamento de Justicia de Estados Unidos para contactar a la empresa Loockheed Martin, para obtener información de la nave.

El giro en la investigación se dio tras recibir un documento de la Secretaría General de la Comandancia en Jefe de la FACh, esto el pasado 27 de enero, donde se detallaba la carga del avión, quiénes participaron de su mantención, los protocolos para revisar el equipaje y que el avión sufrió dos fallas, las que fueron detectadas por personal de mantenimiento de la Segunda Brigada Aérea y del Grupo 10.

Desperfectos

Según el oficio, los desperfectos ocurrieron antes de emprender viaje al continente helado.

El primero de ellos fue detectado por el cabo primero Leandro Torti, especialista en electrónica aérea y que perdió la vida en el accidente, quien llamó a mantenimiento a Santiago para que se revisara si había un repuesto para el actuador del “oil cooler flap”, ya que uno de ellos presentaba una falla. Dicha pieza, presente en cada uno de los cuatro motores del avión, sirve para regular el flujo del aire que pasa por el radiador que enfría el aceite del motor.

A Torti se le comunicó que no habían repuestos. Luego, el sargento primero Francisco Aguirre, quien también murió, hizo la misma solicitud y recibió la misma respuesta.

El segundo desperfecto tiene que ver con una falla en dos estanques de combustibles, reportado por los cabos Cristián Gamboa y Estefany Pino. Más precisamente, el problema tenía que ver con la indicación de cantidad de combustible de los estanques 1 y 4.

La FACh aseguró en su informe que la nave podía operar con el ‘oil cooler flap’ inoperativo y con un desperfecto en un indicador de la cantidad de combustible.

Carga peligrosa

El informe también detalló que el Hércules C-130 llevaba dos bultos rotulados como “mercancía peligrosa”, con materiales para realizar trabajos en la base Antártica.

En ellos habían 25 tinetas de 18 litros de pintura, 59 galones catalizador componente B, 30 galones de anticorrosivo, 22 bidones de cinco litros de diluyente, tres galones de esmalte sintético, 12 tapagoteras y buzos desechables, entre otros.

Por ello, Campos solicitó a la PDI interrogar a Gamboa y Pino, como también a el sargento primero Ernesto Silva Labraña, el sargento segundo Claudio Valenzuela Hidalgo y el cabo segundo Matías Gálvez, ya que todos ellos fueron los que se enteraron de los desperfectos que estaba presentando el Hércules C-130.

La idea era conocer todo lo relacionado con el vuelo, las solicitudes, las informaciones de anomalías, a quiénes se las informaron y que se indague la existencia de un chat privado entre quienes participaron o participarían del vuelo. Para ello, se solicitó la entrega voluntaria de sus celulares. De no ocurrir, se haría por la vía judicial.

Habló Piñera

Consultado sobre estas revelaciones, el presidente Sebastián Piñera se refirió en medio de su participación en el cambio de mando en Uruguay.

El mandatario dijo que “toda la información que el Gobierno tiene la ha entregado a la Fiscalía. En esto tenemos transparencia total para apoyar los esfuerzos de averiguar las razones del accidente y encontrar los cuerpos”.