El Parque Nacional Torres del Paine dispone, desde hace una semana, de una tercera pasarela colgante en la Tercera Quebrada del Circuito Macizo Paine. En las cercanías del Glaciar Grey y el campamento El Paso de la Conaf, fue elaborado gracias a la colaboración del Servicio Forestal estadounidense y voluntarios de ese mismo país.
Se trata de una obra realizada a partir de la alianza entre Conaf, el Servicio Forestal de Estados Unidos y el también estadounidense Conservation Volunteers International Program.
La nueva pasarela colgante aún no cuenta con un nombre que la identifique, pero Conaf analiza ya diversas propuestas.
Gracias a la financiación del país norteamericano, que aportó tanto recursos humanos como materiales, se llevó a cabo esta iniciativa: la construcción partió a mediados de enero de 2017, con un presupuesto aproximado a $70 millones.
La pasarela de la Tercera Quebrada tiene una extensión de 56 metros de largo por lo que se convirtió en una de las más largas de las áreas silvestres protegidas en el país.
Los aportes de Conaf permitieron financiar alimentación, carpinteros, jornales, cocinero, transporte de materiales en helicóptero y mano de obra especializada.
Las organizaciones norteamericanas, por su parte, entregaron el diseño, el ingeniero encargado de dirigir la obra y dos voluntarios especializados.
Alianza institucional
Durante tres meses, un equipo formado por nueve personas vivieron en el campamento El Paso con personal guardaparques de Conaf: trabaron desde las 7:00 horas hasta las 17:00.
La obra concluyó el pasado 21 de marzo y, de esta forma, el Circuito Macizo Paine cuenta con sus respectivas pasarelas colgantes cerrando así un proceso de colaboración que se inició el 2011.
En aquel entonces, el ingeniero hidráulico estadounidense Ricardo Braulinch se encontraba de visita en el parque cuando vio la necesidad de pasarelas peatonales en las quebradas.
Tras contactarse con Conaf y ofrecer su experiencia profesional, estableció una alianza con la institución para llevar adelante las construcciones. Entre noviembre de 2011 y febrero de 2012 inició la obra de la primera pasarela y durante el 2015, crearon el puente de la segunda quebrada en los mismos términos de colaboración.
En esta construcción, del total del equipo, tres correspondían a voluntarios norteamericanos, incluyendo al ingeniero a cargo de la obra, Christopher Jackson.