Con la llegada del coronavirus a la provincia de Osorno, se develaron cientos de falencias que afectan directamente a los hospitales de mediana y baja complejidad de la zona.

Precarias infraestructuras, saturación del principal recinto de salud, extensas jornadas laborales y hacinamiento en el traslado -que muchos funcionarios deben hacer desde otras comunas hacia sus lugares de trabajo- son algunas de las demandas pendientes.

En 2019 inició la construcción que pretendía hacer una readecuación y mejoramiento del hospital de Río Negro, pero sufrió una paralización que -al igual como ocurrió con el hospital de Puerto Octay– hasta el día de hoy aún no retoma obras de manera concreta.

La ausencia de servicios afectan tanto a pacientes como a funcionarios, tal como comenta Gabriel Carrasco, presidente de la Fenats Unitaria de Río Negro, quien sostiene que no cuentan con el espacio adecuado para brindar una adecuada atención a los pacientes.

Tal como ha contado Radio Bío Bío, en el caso de Puerto Octay, el estancamiento de obras para el recinto -donde la mitad de su infraestructura está en el suelo- repercute en que muchos residentes deban solicitar atención en Purranque u Osorno.

Extensas jornadas laborales

Pero otra arista que ha develado el coronavirus, son las extensas jornadas laborales -de hasta 72 horas- que el personal de los hospitales ha debido enfrentar, factor que ha generado estrés entre los funcionarios.

Maritza Bahamondes, presidenta de la Fenats Unitaria del Hospital de Purranque, relató cómo viven esta situación los profesionales de la salud.

Por otro lado, Fredy Luna, presidente de la Fenats del Hospital de San Juan de la Costa, señaló que el 90% de los funcionarios viaja desde Osorno hasta la zona lacustre, en un bus donde no se respetan las medidas de distanciamiento.

Consultado al respecto, Daniel Núñez, director subrogante del Servicio de Salud en Osorno, aseguró que han informado las acciones que se tomarán respecto a los atrasos en los proyectos de las redes asistenciales comprometidas.

Una larga lista de espera

Si bien hace años el Gobierno anunció iniciativas para descongestionar a nivel nacional la red de salud pública, actualmente -como efecto de la pandemia- las listas de espera continúan en aumento.

En la provincia de Osorno la lista llega a los 39 mil pacientes que requieren algún tipo de intervención.

El esperado descongestionamiento del Hospital Base San José -el único de alta complejidad en la provincia- parece continuar siendo un anhelado sueño, donde toda una red expone colapsos, retrasos en atenciones, sumando escasas expectativas de vida para quienes en muchas ocasiones y con urgencia, son derivados desde centros de salud de menor complejidad.

Se trata de falencias que se mantienen como una herida abierta para la provincia, y que podría sumar nuevos recortes presupuestarios en contexto de pandemia.