El director regional de Vialidad, Enzo Dellarossa, reconoció que desde diciembre se informó de los problemas del puente Quilacahuin en San Pablo, pero no se tomaron las medidas porque los antecedentes no provenían de personal especializado que justificara un plan de acción.

Fue antes de terminar el 2018, cuando personal de la Unidad de Búsqueda y Rescate “UBRO” de Osorno se sumergió para conocer el estado de las cepas del viaducto.

El encargado de la agrupación, Leopoldo Rojas, indicó que la acción se realizó ante la preocupación de los vecinos que acusaban oscilaciones irregulares ante el paso de camiones.

Frente a ello, Dellarossa confirmó la recepción de los antecedentes, pero tenía que ser personal “autorizado” quien validara la información.

Dellarossa aclaró que la instrucción es reconstruir el puente con la mayor prontitud que una obra de ésta envergadura plantea, más aún cuando se trata de una licitación pública con sus respectivos plazos.

Vialidad advirtió que si bien por ahora existe prohibición del paso de maquinaria pesada y restricción horaria para automóviles, ese escenario puede variar en resguardo de la seguridad de la comunidad, que debe aumentar sus recorridos al emplear vías alternativas.