Fieles católicos peregrinaron hacia el campo de oración en el sector de Kolbe Alto, para conmemorar a la virgen de la Inmaculada Concepción. Lo hicieron desafiando el calor y sobre pasando la división existente tras la llegada del obispo Juan Barros.
La procesión se hizo desde varios puntos de la ciudad y en diversos grupos, siendo resguardados por personal de Carabineros, los que al mismo tiempo regulaban el tránsito.
De todas formas se reconoce que la participación ha disminuido en los últimos año. Según Manuel Alvarado, director del coro de la Parroquia Jesúas Obrero, en Rahue Alto, se trata de una situación lamentable, que incluso afecta económicamente a las sedes eclesiásticas.
Respecto a una salida, el feligrés católico no la observa pronto, realidad que finalmente se asume y permite seguir participando de la iglesia.
La actividad finalizó con una ceremonia religiosa en la cual participaron más de mil personas en el campo de oración de la población Maximialiano Kolbe, oficiada por el obispo Juan Barros.
Hasta el lugar llegaron integrantes de los Laicos Organizados, que tal como en otras ocasiones levantaron pancartas solicitando la renuncia del prelado. Si bien se registraron algunos conatos con otros fieles que no querían tales manifestaciones, la situación no pasó a mayores y la ceremonia religiosa terminó con un cerrado aplauso.
