El Tribunal Oral en Lo Penal de Angol sentenció a penas que van de los 7 años de cárcel a presidio perpetuo a los integrantes de una banda armada que cometió violentos delitos entre el 28 de marzo y el 19 de octubre de 2023 en Ercilla, en la región de La Araucanía.
Se trata de tres adultos y un adolescente que cometieron diversos delitos. Entre las víctimas están funcionarios del Cesfam de Ercilla, de la Municipalidad de Victoria y de la Contraloría General de la República. Todos fueron atacados mientras prestaban servicio en terreno.
En la audiencia de lectura de sentencia se dio a conocer que José Arzola Millalén recibió presidio perpetuo por robos calificados y 11 años de cárcel por disparos injustificados y homicidio frustrado.
Luis Morales Millanao, en tanto, pasará 9 años en la cárcel por tráfico de drogas, receptación de vehículo motorizado y tenencia ilegal de municiones.
Siete años privado de libertad permanecerá Juan Queipul Queipul por receptación de vehículo, tenencia ilegal de arma de fuego y tenencia ilegal de municiones.
Por su parte, el adolescente identificado por la justicia con las iniciales D.Q.M. estará 10 años de internación en régimen cerrado, que es la pena máxima prevista por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. En su caso es por los delitos de robos calificados, disparos injustificados y homicidio frustrado.
Estas son las penas más altas dictadas en La Araucanía por robos tipo “encerronas”. Y una de las penas más altas en delitos cometidos en el contexto de la violencia o criminalidad rural.
Extremada violencia
En los tres robos por los que fueron condenados, la banda actuó con absoluta brutalidad, ya que las víctimas fueron baleadas incluso después de entregar sus vehículos. Es más, uno de los afectados, un funcionario de la Municipalidad de Victoria, perdió una de sus extremidades a consecuencia de dicha acción.
Además de los robos, el tribunal acreditó la participación de parte de la banda en el ataque armado a la Subcomisaría de Carabineros de Ercilla, el 7 de mayo de 2023, y en el homicidio frustrado de dos integrantes de la familia Urban, ocurrido dos días después.
En este último hecho, se dispararon escopetas Brenneke contra un vehículo policial, hiriendo a dos funcionarios. Uno de los blancos del ataque fue Héctor Urban Astete, quien al momento de los hechos se desempeñaba como constituyente.
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