Un interno fue condenado a tres años y un día por tráfico en pequeñas cantidades tras tener 17 grageas de clonazepam mientras cumplía otra sentencia por robo en la cárcel de Lautaro. El hombre mantenía antecedentes penales y en su juicio declaró que los estupefacientes pertenecían a otro reo, pero no fue acogido por los jueces.

Una sentencia de 3 años y un día de presidio, deberá cumplir un hombre declarado culpable de tráfico de drogas en pequeñas cantidades, y que al momento de cometer el delito al interior de la cárcel de Lautaro, estaba cumpliendo una condena por un robo con fuerza.

Se trata de Diego Armando Rojas Miranés, quien según la acusación del Ministerio Público, el 11 de septiembre de 2018, cuando personal de Gendarmería se encontraba desarrollando labores de búsqueda de elementos prohibidos al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de Lautaro, región de La Araucanía.

Al revisar al ahora condenado, encontraron junto a él un envoltorio de nylon, que en su interior mantenía 17 grageas de clonazepam.

Tras la audiencia en el Tribunal Oral en Lo Penal de Temuco, el acusado fue declarado culpable, según precisó el fiscal, Miguel Ángel Velásquez.

En la audiencia se informó y fue acogido por el Tribunal que el acusado mantiene antecedentes penales, entre ellos una condena del año 2015, emanada del Juzgado de Garantía de Curicó de cinco años y un día de presidio por un robo con fuerza, lo que impide que pueda acceder a una pena sustitutiva.

El condenado declaró en el juicio, aseverando que los estupefacientes encontrados junto a él mientras se efectuaba un allanamiento, pertenecían a otro interno, quien incluso asumió esa responsabilidad, lo que no fue acogido por los jueces que lo sentenciaron a cumplir ahora 3 años y un día de presidio.