Jeannette Jara habló. Con banderas del Partido Comunista y rodeada de Carolina Tohá, Jaime Quintana y Tomás Hirsch, se subió al escenario de su comando para agradecer a las miles de personas que se sumaron a su campaña presidencial. También, para asegurar que seguirá trabajando para que “el progreso llegue a todos los rincones de Chile”.
Expresó que “no quiere un país dividido” y que se comunicó con José Antonio Kast porque está convencida que la democracia se fortalece cuando respetan la voluntad del país”.
“Es la derrota donde más se aprende”, arrancó su discurso.
Luego vinieron las palabras de agradecimiento, principalmente a su familia y adherentes de su campaña de norte a sur.
“Asumí este desafío por un amor profundo por Chile. Porque sé, al igual que ustedes, cuánto nos cuesta a todos. Y porque mi historia es la misma que la de ustedes, una historia de esfuerzo y garra. Por eso, quiero decirles desde ya, que como he trabajado, seguiré trabajando para que la vida en nuestro país no sea cuesta arriba. Para que existan más oportunidades. Para que el progreso llegue a todos los rincones de Chile”, prosiguió.

Apuntó a que no “no hay que retroceder” en el Copago Cero, en la gratuidad universitaria ni en los derechos de las mujeres.
“Nos va a tocar se oposición, y quiero partir diciéndoles que el camino de la unidad es el único camino que vale la pena (…) No quiero un país dividido, seremos una oposición propositiva y exigente para avanzar en mejorar la vida de nuestro pueblo. Hay una tarea que continúa con todos nosotros (…) Nuestra tarea ahora requiere de mucha autocritica. No queremos promover la odiosidad”, manifestó.
Por último, concluyó cantando el himno nacional y diciendo que seguirá trabajando por un Chile “más justo”.
“No obtuvimos el resultado que queríamos. Pero la derrota siempre es breve. Mañana se vuelve a trabajar. Seguiremos luchando con coraje por las urgencias de Chile, para que en nuestro país se pueda vivir bien. Y en ese camino, nos volveremos a encontrar. Por un Chile más digno”, cerró.