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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El malestar en el mundo político crece tras el presidente Gabriel Boric admitir haber hablado con Ban Ki-moon sobre la candidatura de Michelle Bachelet a la ONU. La oposición acusa al Gobierno de usar recursos públicos para una campaña personal, mientras el oficialismo defiende como política de Estado la postulación. El diputado Diego Schalper pide más fiscalización, mientras el senador Juan Ignacio Latorre llama a superar la "pelea mezquina".

Se intensifica el malestar en la oposición luego de que el presidente Gabriel Boric reconociera que habló con el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre la candidatura de Michelle Bachelet al organismo.

La oposición acusó al Gobierno de promover una campaña personal con recursos públicos, mientras el oficialismo defendió que se trata de una política de Estado.

Fuentes de Presidencia confirmaron que fue el propio Ban Ki-moon quien puso sobre la mesa la candidatura de Michelle Bachelet durante su encuentro con el mandatario.

El gesto, sin embargo, no pasó inadvertido y desató inmediatas reacciones en la oposición, que volvió a cuestionar la falta de transparencia del Gobierno en el uso de recursos públicos para promover una postulación que califican como “personal”.

Al respecto, el diputado de Renovación Nacional (RN), Diego Schalper, quien ha asumido un rol más protagónico en la contraparte sobre el tema, llamó a reforzar la fiscalización en el Congreso ante el rol del Gobierno en la candidatura de Bachelet.

En ese sentido, planteó que el control no debe limitarse a la discusión del Presupuesto 2026, sino también extenderse a la Comisión de Relaciones Exteriores, donde —dijo— “debe aclararse cómo y con qué recursos se está impulsando esta campaña internacional”.

Desde el oficialismo, el senador del Frente Amplio, Juan Ignacio Latorre, llamó a dejar atrás lo que calificó como una “pelea pequeña y mezquina” entre gobierno y oposición en torno al presupuesto, subrayando que la expresidenta “está dejando muy alto el nombre de Chile” con su campaña internacional.

Aunque el despliegue internacional de Michelle Bachelet avanza, en Chile el debate recién comienza. En el Congreso se instaló la idea de que el costo de esta candidatura no solo será económico, sino también político para el Gobierno que venga.

La reserva con que Cancillería ha manejado los montos —calificados como “dato sensible” y de “interés nacional”— mantiene a la oposición en pie de guerra y tensiona la tramitación del Presupuesto 2026.

En La Moneda defienden que se trata de una política de Estado, pero en la práctica, cada viaje, cada reunión y cada señal diplomática se ha convertido en un flanco abierto que seguirá acompañando al Ejecutivo hasta el final de su mandato.