El expresidente de la República, Sebastián Piñera, se refirió a una serie de temas desde su nueva oficina en Vitacura. En la instancia criticó fuertemente al Gobierno de Gabriel Boric, apuntando -a su juicio- a la falta de metas de este en materia de crecimiento país. En su opinión, "Chile perdió el rumbo". El exmandatario también emitió declaraciones en el marco de los 50 años del Golpe de Estado y además, se refirió al proyecto de constitución, mostrándose a favor de una nueva carta magna.

El expresidente de la República, Sebastián Piñera, señaló que “el gobierno de (Salvador) Allende no respetó los principios de la democracia”.

A su juicio, “el 11 (de septiembre) se terminó de derrumbar la democracia en Chile, pero no fue una muerte súbita”.

En tanto, del dictador Augusto Pinochet, manifestó que su periodo tuvo “una parte oscura” y “un área luminosa”. Sopesando, aclara, “nada justifica las violaciones a los derechos humanos”.

Las declaraciones las emitió en entrevista con El Mercurio, donde se refirió a una serie de temas contingentes, entre los que figuran las políticas públicas del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, el proceso constituyente y eventuales candidaturas presidenciales en el sector de Chile Vamos.

“¿Pinochet sigue dividiendo a la derecha?”

En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, el exmandatario indicó que es bueno mirarlo “de forma objetiva, honesta, sin tanto prejuicio, sin tanta ideología”.

“El 11 se terminó de derrumbar la democracia en Chile, pero no fue una muerte súbita, fue un largo proceso de deterioro de nuestra democracia”, manifestó. En esa línea, argumentó que “en el 73 la democracia chilena venía enferma de violencia”.

Sebastián Piñera además se desmarcó del expresidente Ricardo Lagos, quien a finales de mayo indicó que para él “las credenciales democráticas de Allende no están en cuestión”.

“Salvador Allende tuvo una carrera política dentro de las reglas de la democracia. Cuando fue parlamentario, presidente del Senado, ministro. Pero creo que el gobierno de Allende no respetó los principios de la democracia y así lo dijeron los organismos de la época”, sostuvo.

En tanto, consultado sobre si Augusto Pinochet sigue dividiendo a la derecha y si complica al sector, el exjefe de Estado dijo que, al menos a él, no.

“Hay un área oscura, la de los atropellos a los DD.HH que fueron absolutamente inaceptables, y hay un área luminosa, que fueron las modernizaciones. Pero sumando y restando, nada justifica las violaciones a los DD.HH, y no hay mejor sistema político que conozcamos que la democracia”, declaró.

El declive de los 30 años

Durante la entrevista, Piñera se mostró defensor de los años que siguieron al retorno de la democracia. No obstante, a su parecer, todo comenzó a irse a pique desde el segundo gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet.

“Después de que recuperamos la democracia, hubo un acuerdo tácito, un pacto social, de respeto por esta, los derechos humanos y el Estado de Derecho. También había un compromiso con una economía libre, abierta, integrada, con mayor equidad social, igualdad de oportunidades e inclusión. Pero ese pacto empezó a resquebrajarse y en el segundo gobierno de Bachelet se debilitó totalmente”, apuntó.

Sostuvo su argumento, señalando que “fue en ese periodo que comenzó la crítica a los 30 años. A partir de ese instante la tasa de crecimiento percápita que tenía Chile empieza con un derrumbe total y no hemos podido recuperarnos porque Chile perdió el rumbo”.

En ese último punto el exmandatario es tajante. Sostiene que Chile dejó de crecer y que esto provocó frustración, la que, “para mucha gente”, asegura, llevó al denominado estallido social.

“Hay que recuperar el sueño de volver a ser un país desarrollado”, zanjó.

Dardos al Gobierno

Además, el rostro de derecha se mostró directamente crítico con la dirección de Boric.

“El Gobierno va a tener que optar entre las consecuencias de sus ideas equivocadas o entender el mundo moderno y poner a Chile en el camino del progreso. ¿Qué metas de crecimiento tiene el gobierno del presidente Boric? ¿Qué metas de creación de empleo, de inversión, de mejoría en la productividad? No hay ninguna meta”, lanzó.

Sostuvo que el crecimiento es fundamental y, desde su punto de vista, Chile “lo perdió”. “Perdimos el rumbo, el ritmo, la voluntad, las fuerzas, las ganas de ser un país desarrollado”, arremetió.

Nueva Constitución

Respecto al proceso constitucional, Sebastián Piñera indicó que está “absolutamente convencido de que después de 43 años de confrontación y enfrenamiento en relación a la Constitución, necesitamos una carta que nos una, nos dé unidad, estabilidad, proyección, futuro, que sea respetada y respetable”.

“Una en la que todos se sientan interpretados y para eso se requieren acuerdos grandes y sólidos, como lo logró el consejo de expertos y como espero, con perfeccionamiento, también se consiga en el consejo constitucional”, continuó.

Frente a si aprobaría el anteproyecto de los expertos, precisó que le parece una buena propuesta, pero que debe ser perfeccionada. Entre los puntos a mejorar, indicó “un control preventivo de la constitucionalidad de las leyes, establecer que lo público no es lo mismo que estatal, que haya sistemas mixtos en bienes públicos y privados, fortalecer la libertad de elección de las familias y fortalecer al Estado para combatir el crimen organizado”.

“Demasiado pronto”

Piñera también piensa que el Partido Republicano reaccionó con prudencia a la victoria de los consejeros constituyentes. Cosa que, admitió, le sorprendió.

Consultado si acaso considera al grupo como de ultraderecha, mantuvo silencio para luego reiterar que la forma en que han reaccionado, lo ha sorprendido “gratamente”.

Si bien reconoció que en su sector (Chile Vamos) algunos alcaldes como Evelyn Matthei, Rodolfo Carter o Germán Codina están bien evaluados, cree que es demasiado pronto para “clavar la rueda de la fortuna en materia de candidaturas presidenciales”

En cuanto a él, precisó que no está en sus planes una nueva candidatura. “Sí quiero ser un buen expresidente”, concluyó.