La Oficina Nacional de Emergencia decreta Alerta Verde, Amarilla o Roja de acuerdo al nivel de urgencia que tenga alguna situación. En la primera, existe la Alerta Temprana Preventiva, un estado que constituye una etapa de anticipación, a posibles situaciones de emergencia, que aumenta el monitoreo de las condiciones de riesgo advertidas, por parte de la autoridad.

Suele ser común leer o escuchar que la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) ha declarado Alerta Temprana Preventiva ante eventos meteorológicos relacionados con lluvias, vientos, altas y bajas temperaturas o marejadas. Pero, qué significa esta alerta y cuáles otras hay.

La determinación de la autoridad se basa en la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Lo anterior, mediante el informe de Riesgo Meteorológico y decretada por el Centro Nacional de Alerta Temprana (CAT).

¿Qué es la Alerta Temprana Preventiva?

De acuerdo al Centro Nacional de Alerta Temprana de la Onemi, la Alerta Temprana Preventiva es un estado de reforzamiento de las condiciones de vigilancia y atención ante algún evento meteorológico y fenómenos o eventos naturales.

El mencionado estado constituye una etapa de anticipación, a posibles situaciones de emergencia, e implica el monitoreo riguroso de las condiciones de riesgo advertidas, por parte de la autoridad.

Cabe mencionar que la Alerta Temprana Preventiva se enmarca dentro de la Alerta Verde de la Onemi y suele ser el paso anterior a que la autoridad decrete Alerta Amarilla ante alguna emergencia.

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¿Qué otras alertas tiene la Onemi?

Según El Plan Nacional de Protección Civil, Chile consagra la tipología internacional de alertas, que se relacionan con las tres señales clásicas del semáforo (verde, amarillo y rojo).

Alerta Verde: Es el estado permanente que implica la vigilancia continua de la situación general del país. Ante una situación de riesgo que pudiera desencadenar en un evento de emergencia, se decreta la Alerta Temprana Preventiva, para el reforzamiento de los procedimientos de monitoreo y atención.

Alerta Amarilla: Se establece cuando una amenaza crece en extensión y severidad, lo que lleva a suponer que no podrá ser controlada con los recursos locales habituales. Por lo anterior, se alistan los recursos necesarios para intervenir, de acuerdo a la evolución del evento.

Alerta Roja: Se establece cuando una amenaza crece en extensión y severidad. En esta etapa, se movilizan todos los recursos necesarios y disponibles, para la atención y control del evento o incidente destructivo. Esta alerta se puede decretar sin la necesidad de constituir una Alerta Amarilla previa.

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