"Vale decir todas las conjeturas y sospechas difundidas para afectar su posición han quedado, a juicio de la defensa, descubiertas en su total desnudez, carencia de sustento técnico, legal y probatorio, y además, prescritas", concluyó Juan Carlos Manríquez tras analizar el auto de procesamiento dictado contra su representado - el excomandante en jefe Ricardo Martínez - por la ministra Romy Rutherford, jueza de la Corte Marcial encargada de la investigación del fraude en el Ejército.

Juan Carlos Manríquez, abogado del procesado general (r) Ricardo Martínez, despedazó el auto de procesamiento dictado en contra de su representado por Romy Rutherford, ministra en visita de la Corte Marcial por el fraude en el Ejército.

A través de un comunicado el jurista criticó los puntos hechos por la justicia militar y también aseguró que tanto la citación como la medida cautelar contra Martínez fueron innecesarias, desmedidas e injustas.

Sumado a eso, el defensor alegó que se trata de hechos antiguos, incluso prescritos, interpretados erróneamente.

“Hay hechos antiguos, interpretados erróneamente, y donde se estira la aplicación de la ley de forma muy artificiosa para hacerlos parecer delictivos cuando no lo son”, partió.

“Los viajes de larga estadía de su señora los pagó él, en ningún viaje hizo cambio de destino con fin turístico o canjeó pasajes ni recibió dinero en exceso para su beneficio personal mediante engaño, sino solo cumplió las órdenes de cada destinación según las reglas vigentes a la época y según el procedimiento que se le impuso seguir”, continuó.

“Todos sus viajes fueron regulares y la diferencia de cálculo de viático de US$400 fue devuelta por él en cuanto asumió como comandante en jefe y cambió las reglas que había diseñado hace 35 años la Sección Pasajes y Fletes”, agregó.

“Vale decir todas las conjeturas y sospechas difundidas para afectar su posición han quedado, a juicio de la defensa, descubiertas en su total desnudez, carencia de sustento técnico, legal y probatorio, y además, prescritas”, lanzó.

Tras su detención y envío a prisión preventiva, Rutherford procesó a Martínez la noche del martes por la arista “empresas de turismo” del fraude.

Manríquez destacó el hecho que su defendido solo fue procesado por la arista de empresas y no por la de gastos reservados.

Según adelantó, lo que se investiga es el presunto uso malicioso de $32 millones y que buscarán la libertad provisional bajo fianza, lo que podría decidirse hasta el jueves.