El Gobierno defendió la sostenibilidad fiscal de la Pensión Garantizada Universal, que fue puesta en duda por exministros de la Concertación y asesores económicos de Gabriel Boric. En el oficialismo pidieron dejar de dilatar la aprobación de la iniciativa, mientras el presidente electo mostró disposición a generar "un acuerdo" en la materia.

Aunque se visibilizó la posibilidad de un acuerdo al proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU) presentado por el Gobierno de Sebastián Piñera, finalmente las dudas de la oposición sobre el financiamiento de esta reforma están alejando cada vez más la posibilidad de un trato.

La comisión de Hacienda de la Cámara ya había dado un paso, pero ayer surgió una crítica muy dura desde el mundo técnico, economistas ligados a la centroizquierda como los exministros José De Gregorio y Rodrigo Valdés, además de Andrea Repetto y Eduardo Engel.

A través de una carta, critican duramente la propuesta de financiamiento que plantea el Gobierno. Hablan de un “espacio fiscal fantasioso” y proyecciones poco realistas, aludiendo principalmente a las holguras.

Esto, de inmediato, provocó una suerte de coro en la oposición, que pidió un mayor esfuerzo al Gobierno. Lo transparentaron así el senador PPD Ricardo Lagos Weber y Manuel Monsalve, del PS, que esperan un mayor esfuerzo tributario.

“Gastos permanentes requieren ingresos permanentes”

Esta sería también la postura del equipo del presidente electo, donde ayer se hablaba de impuesto a los súper ricos o royalty a la minería. Todo bajo la consigna de “gastos permanentes requieren ingresos permanentes”, con lo cual el proyecto debe ir con reforma tributaria.

El propio Gabriel Boric abordó esta discusión y aunque intentó bajar el perfil a las críticas, recalcó que hay que resolver las debilidades.

Se estima que el proyecto de PGU tiene un costo cercano a 1 punto del PIB, la mitad en base a recursos presupuestarios, asociados a las reformas previas.

Así lo explicó el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien recalcó que hay financiamiento para la reforma. Agregó que ya es momento de lograr un acuerdo que mejore las jubilaciones.

Lo cierto es que la crítica de este grupo de economistas va más allá. Las proyecciones pueden ser poco realistas, pero el propio José de Gregorio conversó con CNN Chile, y transparentó que la preocupación va por la forma en que se plantea.

La idea de los proyectos separados, según el expresidente del Banco Central, provoca un riesgo de que el proyecto se apruebe sin financiamiento, pero también genera preocupaciones a nivel estructural del sistema.

Muñequeo del Frente Amplio

Esto también ha provocado críticas del punto de vista político. En el Congreso no gustó esta arremetida, principalmente desde el oficialismo, donde dicen que el financiamiento existe, el acuerdo político también, y lo que el Frente Amplio hace es un muñequeo.

Sobre todo, por el hecho de que son ellos los que “negaron la sal y el agua”, que en beneficios sociales nunca escatimaron en gasto. Es lo que plantean Frank Sauerbaum, de RN y el senador UDI, Juan Antonio Coloma.

Lo cierto es que se abrirá una ventana de discusión previo a que termine la semana distrital, con la idea de ampliar esta reforma o derechamente postergarla, quedando cada vez menos días para el receso legislativo.