Tras las elecciones de este fin de semana de convencionales constituyentes, gobernadores regionales, alcaldes y concejales, los resultados dejaron números amargos para el oficialismo y su lista Vamos por Chile, que no logró alcanzar el tercio de votos que proyectaba. En ese sentido, el precandidato presidencial de centro derecha, Sebastián Sichel, se refirió a los comicios recién pasados.

Al respecto, Sichel señaló que “Hay una tremenda demanda por independencia en el electorado (…). Si alguien ganó esta elección fueron los que se presentaron como independientes y demostraron que el excesivo partidismo, no solo es un pecado, sino que también achica la cancha política, solamente, a aquellos que viven y actúan en la política. Esa demanda la capturó mejor el mundo de izquierda, para ser francos, porque nosotros, en la centroderecha y en el mundo de centro, no tuvimos la capacidad de abrir las puertas para que los independientes participen de mejor manera, lo que es un pecado original”.

Y continuó: “Los resultados de ayer nos tienen que hacer reflexionar a aquellos que representamos a un mundo de centro, moderno y reformista. Primero porque hay una demanda gigante por independencia política. Más independientes y una fuerza de gente nueva en el mundo de centro es vital”.

A lo anterior, agregó que hay una gran demanda de renovación generacional, ya que la mayoría en la comisión constituyente tienen un promedio de edad bajo los 45 años, mientras que en los municipios bordean los 35 años.

Sobre lo anterior, indicó: “El gran cuestionamiento que le hago al mundo de Chile Vamos es que sigue atrapado en aquellos líderes de 30 años y en el eje del ‘Sí y el No’ como el único eje de conversación. De hecho, la peor interpretación posible sobre anoche, es creer que fue una elección entre la izquierda y la derecha, lo demuestra la trágica pérdida de la Democracia Cristiana, que, lo digo como ex-militante, era el partido más grande de los años 90 y hoy prácticamente desaparece del sistema político”, y agregó: “Lo que estamos viviendo es la decadencia y la sepultura de aquellas estructuras políticas que eran propias de la transición”.

Asimismo, se refirió a la demanda de agenda que necesita crear el mundo de centro, quienes “no han sido capaces de defender convicciones propias, palabras como unidad, diálogo, acuerdo, no son más que medios para conseguir fines, pero no son fines en sí mismo y el error de una agenda del mundo de centro no es ser lo tibio del sistema, es la necesidad de transformarse en un centro radical, con agenda propia, que sea capaz de defender lo que necesitamos”.

“Se puede tener un Estado mejor y presente que elimine burocracia, se puede creer en el mercado basado en el emprendimiento, se puede transferir cada día más recursos con apoyos permanentes y no vivir en la ‘bonitis’ que tanto aflige a los chilenos y se puede incluir la diversidad sexual, la diversidad de nuestro país y territorios, la diversidad de aquellas personas que se están quedando atrás, se les nivele la cancha. La gran reflexión de ayer es que hay un gran espacio para la renovación, la independencia y las reformas en Chile y ojalá la encarnemos como proyecto político en esta campaña”, sostuvo.

Al respecto concluyó que: “las tres claves fundamentales y el gran llamado, para mí, son: al mundo de centro y centroderecha, para que cambie absolutamente, hasta el nombre de una coalición que tiene que mirar a futuro, que avance con independencia y deje de armar una coalición de partidos, que jubile a aquellos liderazgos que vienen dando vuelta en el sistema hace 30 años y que no representan el futuro, sino que se quedaron anclados en el pasado”.