El equipo de especialistas del Bío Bío que confirmó el primer caso de coronavirus en el país, el 3 de marzo del año pasado, revela detalles inéditos sobre lo que fue dicho proceso. De 200 a más de mil muestras por día procesadas, un año después cuentan su experiencia. “Había mucha expectación”, dijo el director del Hospital Regional de Concepción, Alejandro Torche.

Fue en Talca, pero lo descubrieron en Concepción.

No había temor, pero mucha expectación. Se trataba del primero. El primer caso de un virus que alarmaba al mundo a inicios del 2020 y lo sigue haciendo en lo que va de 2021. La pandemia había aterrizado en el país y lo hizo en regiones.

Los protagonistas del “caso o paciente cero”, directivos y encargados del Laboratorio Clínico del Hospital Regional de Concepción, el “Guillermo Grant Benavente”, un año después reviven cómo fue el descubrimiento de la primera muestra de un infectado y la preocupación que causaba lo desconocido, pese a que se sabía letal.

Dicen que en los días previos hubo “histeria”, con personas que llegaban con síntomas a pedir el análisis, pero salían todos negativos.

Algo diferente hubo ese día, el 3 de marzo de 2020. Incluso antes de que se oficializara, se anticipaba que el PCR del médico del Maule, cuya muestra había llegado a Concepción 24 horas antes antes, era “positivo”. Y, así fue.

Un debut oficial, pese a que un par de meses después se supo -por investigación epidemiológica- que hubo otros casos antes, a mediados de febrero, a través de personas que mostraron los primeros síntomas. Pero eso, es otra historia.

Un año después del primer diagnóstico hay 833 mil contagiados y más de 20 mil fallecidos confirmados y sumando…

Histeria previa

“Partimos analizando algunas muestras a fines de febrero y recuerdo que, en ese minuto, se comenzó a generar cierta histeria colectiva. Llegaron algunos casos con sintomatología respiratoria, a los cuales se les pidió muestra, los cuales dieron resultado negativo”, dice a BioBioChile Iván Rodríguez, bioquímico del Laboratorio Clínico del Hospital Regional de Concepción, donde fue analizada la primera muestra positiva.

“Todo iba a cambiar ese día 3 de marzo, donde fue un caso por todos conocidos, de Talca, que llegó porque en ese minuto tuvimos que establecer la red macroregional para responder al diagnóstico. En ese momento, la muestras se enviaban al ISP, también. Nos encontramos con esta sorpresa. Todo indicaba que era positivo y solo restaba confirmarlo el ISP, de ahí se dio aviso al país”, agrega el profesional.

Un hecho calificado como “histórico para regiones”.

“Nos dio positiva la muestra del caso cero, pero debimos mandarla al ISP, en Santiago para su corroboración, como era el protocolo al comienzo. Fue llamativo, porque uno espera que estas cosas pasen primero en Santiago, porque hay más gente y más posibilidades, pero ocurrió primero en regiones”, añade el doctor Alejandro Torche, director médico del hospital.

Marco Vásquez (SS Concepción)

¿Cómo se alertó el primer caso?

El mismo Torche confirma que el día del descubrimiento del “caso cero”, había expectación, tanto en el establecimiento, como en todo el aparato de Salud de la región del Bío Bío.

Medio mundo alertaba a la otra mitad.

El directivo precisó que cuando se oficializa el primer caso de coronavirus, trabajaba en el Servicio Salud de Concepción -como director del hospital estaba el ingeniero Carlos Capurro-, pero él trabajaba de la mano con el doctor Carlos Grant, director del servicio penquista, quien fue la vía para confirmar el caso positivo a Santiago y comunicarlo al entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich.

“Una vez confirmado con el ISP, desde el laboratorio se comunicó a la dirección del hospital y de ahí al Ministerio de Salud, que confirmó a nivel nacional el primer caso”, asegura Torche.

Situación que no ocurre hoy, ya que no llegan al ISP, sino que son comunicados local y directamente al paciente.

Una triste y brutal paradoja es que el doctor Grant, quien alertó al ministro Mañalich sobre el primer caso de covid-19 en Chile, haya fallecido a causa de la pandemia en enero de este año.

“Con el doctor Grant participamos en muchas de la cosas que significaron la preparación para el covid-19. Dentro de esa labor, hubo coordinación con el laboratorio, servicio y también con universidades”, destaca.

“El doctor Grant trabajó en todos esos procesos y resulta paradójico que sea la primera autoridad en confirmarlo y luego haya sumado la lista de fallecidos. Una triste coincidencia, a un año en que estamos en un país avanzado y mejor preparado”, explica Torche.

Carlos Grant en el laboratorio del hospital penquista | Marco Vásquez (SS Concepción)

Contra el tiempo

Roberto Vega, jefe del mismo laboratorio penquista, explica que a partir de fines de febrero se inició una labor sin precedente en la concurrió la colaboración de todos los funcionarios, que incluyó turnos de día, pero también nocturnos.

“Estábamos conscientes que si fallaban el resto de los laboratorios de la región, nosotros no podíamos fallar. Teníamos que estar dispuestos con todo”, destaca Vega.

“Hay que agradecer a los directivos del hospital y del Servicio de Salud de Concepción porque tuvimos los suministros, tanto de reactivos como otros, lo que nos permitió dar respuesta a los requerimientos”, detalla el mismo jefe bioquímico.

Vega afirma que lo anterior permitió que en marzo del año pasado se sintieran preparados para afrontar la pandemia.

“Teníamos la experiencia del 2010, pero no sabíamos nada de lo que se venía respecto del trabajo en laboratorios, ya que en la prensa internacional no aparecía información sobre ello”.

Asegura que el primer fin de semana, luego de detectar el virus en Concepción, pasaron de hacer 50 exámenes por día a 200 y en el peak de la pandemia, en julio, los turnos de trabajo alcanzaron a tres personas por turno, y a más de 1.000 exámenes PCR por día.

“Trabajamos 24/7 ahora”, destaca Roberto Vega.

Equipos nuevos

El mismo encargado del laboratorio dice que, previo a la pandemia, estaban preparados para atender una demanda de 500 muestras por día, pero eso varió y debieron gestionar nuevos equipos, entre ellos, dos que son capaces de procesar 300 muestras cada uno, a los que se sumaron otros de ampliación.

“Eso permitió acortar los tiempos de respuestas y actualmente tenemos un tiempo de respuesta de 7 u 8 horas, lo que nos permite procesar alrededor de mil muestras”, dice Vega.

El bioquímico Iván Rodríguez explica que el ISP tuvo un rol de capacitación importante.

“El ISP nos llamó y nos invitó a capacitarnos, instalando la técnica para poder detectar covid durante febrero de 2020”, destaca Rodríguez.

“Luego, llegamos acá (Concepción), se implementó la técnica, obteniendo resultados satisfactorios de ello, se validó el laboratorio, con lo cual estábamos en condiciones de partir”, afirma.

Esa ampliación de la capacidad y cantidad de muestras se debe también, de acuerdo a Paulina Assmann, seremi de Macrozona Centro Sur de Ciencia, a la coordinación del trabajo con casas de estudios superior, como la Universidad de Concepción (UdeC) y la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).

“Gracias a las capacidades científico tecnológicas en las universidades es que pudimos articular con los servicios de salud los laboratorios universitarios de diagnóstico, que terminaron por facilitar y agilizar los tiempos de espera para que la ciudadanía pudiese tener en el menor tiempo posible, su resultado positivo/negativo”, destaca Assmann.

Trabajo en equipo, tiempos de espera menores, más de mil exámenes procesados por día y más de 270 mil en un año, balance positivo a contrarreloj de una pandemia que ha sido galopante desde el 3 de marzo del año pasado, cuando el doctor Carlos Grant fue la voz que comunicó que teníamos el “caso cero” en Concepción.

Ni en la peor pesadilla alguien pensó entonces que, a menos de un año, el profesional daría su vida en el esfuerzo de un equipo para combatir la pandemia y que, en un acontecimiento inédito para la medicina de la zona, pacientes UCI muy graves de distintos puntos del país iban a llegar a Concepción, en pabellones “voladores” de las evacuaciones aeromédicas.