La Superintendencia de Educación Superior ofició a las instituciones a que elaboren planes para el retorno a la presencialidad, asegurando que éstos no se deben focalizar sólo en grupos acotados de estudiantes, ya que las condiciones sanitarias no son las mismas en todo el país.

En los planteles de educación superior descartaron que este año se pueda implementar un retorno masivo y apuntan a un regreso priorizado de estudiantes, a contar de octubre.

En medio de la pugna que existe entre el ministro de Educación Raúl Figueroa y varios actores educacionales sobre el retorno a las clases presenciales en los colegios, podría llamar la atención que no exista el mismo énfasis del secretario de Estado para impulsar el regreso a la presencialidad en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica.

El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, explicó que esto se debe a que estas instituciones gozan de autonomía, aclarando que están impedidas de funcionar sólo en aquellos lugares donde haya cuarentena.

“Respecto de las clases, esperamos también que se puedan realizar en un formato híbrido, de manera que los alumnos que finalmente no pueda asistir, por diversas razones, puedan seguir las clases de una manera remota”, sostuvo.

Vargas indicó además que para el regreso se priorizará a los estudiantes que necesiten su práctica, laboratorios o estén finalizando su carrera.

Sin embargo, el superintendente de Educación Superior, Jorge Avilés, considera que se debe ir más allá e implementar planes de retorno para el resto de los alumnos en aquellas zonas donde están más avanzados en el desconfinamiento.

“Las instituciones independiente de que vayan programándose (…) es importante también que vayan definiendo qué medidas qué medidas van a adoptar en la medida que estas condiciones se vayan superando en sus áreas particulares, porque es distinta una institución que está ubicada tal vez en regiones más extremas, que una que está en la región Metropolitana”, aseguró.

El presidente del G9 y rector de la Universidad Católica del Maule, Diego Durán, señaló que si bien cada plantel definirá su propio plan de retorno, las instituciones están manejando el mes de octubre como fecha tentativa para un regreso priorizado, descartando que se pueda volver masivamente.

“Se vislumbra que eventualmente octubre podría ser un mes en el cual se comience al ingreso especialmente a laboratorios, también en las prácticas profesionales y también para los estudiantes de finalización de tesis de último año”, indicó.

Agregó que “como este proceso es un proceso lento, yo veo muy difícil que podamos generar un retorno masivo al segundo semestre”.

En tanto, el presidente de la Corporación de Universidades Privadas y rector de la Universidad Bernardo O’Higgins, Claudio Ruff, aclaró que para el caso de las instituciones de educación superior la fase 4 de desconfinamiento no es sinónimo de la reapertura de planteles, como en el sistema escolar.

En planteles con mayor número de matrícula, como la Universidad Católica, por ejemplo, aún no han definido una fecha de retorno a la presencialidad, señalando que en caso que se den las condiciones, no será antes del 14 de septiembre para los funcionarios y del 5 de octubre para los estudiantes.

En la Universidad de Chile, en tanto, también planean una reapertura parcial y acotada cuando se ingrese a fase 4, siempre y cuando no existan rebrotes ni contagios.