Son 81 las comunas del país que presentan altos índices de vulnerabilidad en relación al trabajo infantil en Chile, de acuerdo a cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se relacionan estrechamente a la informalidad en sectores económicos como la agricultura y el comercio.

Con al menos 230.000 niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil, la Organización Internacional del Trabajo hizo una caracterización de la vulnerabilidad frente a este escenario por comunas.

El índice recoge variables como la pobreza multidimensional, tasa de ocupación, infracciones cursadas por la Dirección del Trabajo, acceso a servicios básicos y deserción escolar.

En ese sentido, el órgano establece ponderación de dichos factores, y concluye que 81 de las 345 comunas del país poseen una alta vulnerabilidad al trabajo infantil y 63 zonas presentan una vulnerabilidad media.

Al respecto se refirió la directora del Centro de Estudios e Investigación sobre Familia de la Universidad Finis Terrae, Valentina Ilic, quien explicó que las zonas más afectadas son aquellas donde, por ejemplo, hay una mayor actividad agrícola y comercial, y no hay una presencia de la Dirección del Trabajo.

Además, estimó que la estrategia para enfrentar este escenario ha cambiado drásticamente a partir de la crisis social de octubre y con la actual crisis sanitaria, dado que mantiene una estrecha relación con las cifras de desempleo.

A su juicio, si bien los menores de edad podrían eventualmente trabajar, esto debe ser regulado, sobre todo, procurando que se mantenga el desarrollo de la etapa escolar.

“Teníamos más bien una planificación que iba a ser algo lineal y que (…) íbamos a poder reaccionar a ciertos ciclos económicos. Se podía mantener todo más o menos dentro del margen, creo que esto cambia, sobre todo porque te levanta las necesidades económicas que van a tener las familias y eso es el primer gatillante del trabajo infantil. Ahí surgen desafíos, no podemos permitir que nuestros niños no estén terminando la educación por estar trabajando”, sostuvo.

En el Gobierno, el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, recordó que el Ejecutivo presentó un proyecto de ley que aumenta los estándares en cuanto a trabajo infantil, y sanciona con mayor fuerza las infracciones. Aún así, señaló que en el contexto actual, el énfasis está en mantener a raya el aumento del desempleo.

“Chile y el mundo enfrentan hoy la pandemia del coronavirus y no queremos que nuestras niños, niñas y adolescentes, paguen el costo de esta crisis”, aseguró.

Además, agregó: “Debemos seguir trabajando y apoyando fuertemente la empleabilidad de los padres y madres de estos niños que trabajan, ya que está comprobado que cuando dichos padres tienen una fuente de ingresos permanentes, la posibilidad de que ese niño o niña caiga en trabajo infantil es menor”.

De acuerdo al mapa de vulnerabilidad, las regiones del país que presentan mayor precariedad en la exposición al trabajo infantil son en el extremo norte, las regiones de Tarapacá, Arica y Parinacota; mientras que en el sur, los peores índices se concentran entre la región de La Araucanía y la región de Los Lagos.