Los resultados de una investigación realizada por tres académicas estadounidenses, cuyo trabajo se centra en política, representación femenina y gobiernos de América Latina; arrojó que la ola de protestas que se ha vivido en Chile y la región en el último tiempo podría llevar a los votantes de cada país a elegir a futuros administraciones de izquierda que aboguen por cambios y el fin de la austeridad económica.

Sumado a ello, Kendall Funk, Magda Hinojosa y Jennifer Piscopo concluyeron que las masivas manifestaciones que han ocurrido en Perú, Ecuador, Bolivia y en nuestro país generarán una mayor cantidad de mujeres candidatas en las próximas elecciones parlamentarias, y que muchas lograrán un escaño.

Lo anterior, consignó The Washington Post, en base a que las mujeres son percibidas como personas ajenas a la política, menos corruptas, por lo que en tiempos de crisis, ante la menor confianza de los electores, los partidos acuden a ellas para dar guiños de cambios.

“A medida que el público pierde confianza en los partidos y en el Congreso, los estereotipos de género que asocian a las mujeres con ‘nuevos comienzos’ y más honestidad las hacen candidatas más atractivas”, señalaron.

La investigación, que contó con dos fases, también señaló que este cambio puede ser una espada de doble filo, ya que estas futuras legisladoras sí o sí enfrentarán gran presión ciudadana.

De no lograr reducir el descontento social, tal desempeño podría considerarse como un “fracaso” y reforzar el estereotipo que las mujeres no darían el ancho a la hora de tener un puesto político.

Aparte, una vez electas, estas podrían ser excluidas por sus pares en su mismo lugar de trabajo cuando la crisis pase y el panorama político-social mejore.

“Si los ciudadanos comienzan a tener una opinión positiva acerca de sus líderes políticos e instituciones, los partidos podrían volver a nominar a sus candidatos preferidos: hombres”, indicaron.

Pese a que Funk, Hinojosa y Piscopo observaron y analizaron diferentes factores en los dos estudios, ambos corroboraron que las colectividades postulan a más mujeres cuando el clima político se torna tenso para atraer a los electores.

En detalle, estudiaron 33 procesos eleccionarios de 18 países latinoamericanos entre 2004 y 2014, incluyendo Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.

“Ya que nuestros datos abarcan casi una década, estudiamos dos elecciones en la mayoría de los países. En total, nuestra información cubre alrededor de 110 partidos políticos”, sostuvieron.

“No sabemos exactamente qué es lo que piensan los líderes de los partidos acerca de las mujeres. Nuestra investigación muestra que las mujeres son nominadas en contextos de desconfianza. No podemos decir si ellos creen en los estereotipos de género o si piensan que los votantes lo hacen. Como sea, vemos que la creciente insatisfacción ciudadana lleva a los partidos a elegir mujeres”, aseveraron.