“A los de la calle nos están pegando. Nosotros somos la sombra de la misma oscuridad. Y con nosotros se desquitan porque no nos creen, porque vivimos en la calle”. Este es el brutal testimonio de una persona en situación de calle que asegura haber sido golpeada por militares durante el toque de queda en la región Metropolitana.

Tras el estallido de la crisis social en el país, varias denuncias se han viralizado por redes sociales en relación a las golpizas y malos tratos que han sufrido hombres, mujeres y adolescentes que viven en las calles de parte de Fuerzas Armadas y Carabineros, en el marco del estado de excepción decretado en varias ciudades del país.

La molestia ciudadana se centra principalmente en que el Gobierno no ha habilitado albergues de emergencia, a pesar que ya han pasado 4 días del primer toque de queda decretado en la capital.

Ante la consulta de BioBioChile, la Subsecretaría de Servicios Sociales aseguró que el sábado se elaboró y distribuyó un protocolo de resguardo, que deben seguir las Fuerzas Armadas.

Este documento informa a los efectivos que no todas las personas en situación de calle tienen carnet de identidad, se les pide que no los obliguen a salir del punto de calle donde están y solicita trasladarlos hasta un albergue con cupo disponible.

Además indicaron que se hizo una coordinación territorial en todas las regiones con toque de queda, para tener un mapa con los lugares que cuentan con albergues y los cupos de alojamiento.

Sin embargo, los recintos disponibles (centros de superación) son los mismos que funcionan durante todo el año y los que están disponibles por cupos del Plan de Invierno.

El organismo agregó que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas de calle han redoblado su trabajo.

Al ser consultados por las denuncias de violencia, la subsecretaría reconoció que hay “casos puntuales”, pero que han reforzado el protocolo de las “consideraciones especiales” a las Fuerzas Armadas.

Asimismo, recalcaron la importancia de hacer la denuncia formal.

Por último, indicaron que la ocupación en general de los albergues bordea el 80% y 90%, sin embargo, la disponibilidad depende del lugar.