El caso de Polette Vega ha concitado gran atención en los últimos días: una alumna de cuarto año de Trabajo Social de la Universidad de Chile que ingresó al plantel con ideales de izquierda, pero que en el caminó viró a la derecha, decisión por la cual acusa que ha sido objeto de hostigamientos, agresiones e incluso que el deseo de terminar sus estudios sin asistir a clases de manera presencial, a modo de evitar nuevos episodios de violencia en su contra.

En conversación con Expreso Bío Bío, Vega recordó que ha sufrido agresiones en su contra en dos oportunidades: el miércoles 10 de julio y el martes 24 de septiembre.

En la primera ocasión, Vega relató a La Radio que ese día estaba en el campus Juan Gómez Millas de Ñuñoa cuando salió a uno de los patios, instantes en los cuales se encontró con un enfrentamiento entre encapuchados y efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros.

“Me quedo mirando junto a un amigo y los encapuchados comienzan a acercarse a una caja donde tenían molotovs, cerca de mi. En ese momento es cuando me ven y me reconocen como militante de la Centro Derecha Universitaria”, partió.

“Eso dio lugar a que una encapuchada mujer me empujara, me tiraran contra un muro, después otros intentaron golpearme. Se metió un compañero (con ideales de izquierda), él recibió los golpes y tuvimos que salir corriendo”, añadió.

“Otra mujer me agarró del pelo, intentó tirarme al suelo y tuve que refugiarme dentro de la facultad. (…) A él le pegaron por estar defendiendo a la facha, agregó Vega, aunque señaló que le dijeron “cosas peores”.

“Entré siendo de izquierda a la universidad y no era tan complicado. Después cuando viro a la derecha y empiezo a hacer política activa es cuando empiezan los problemas más fuertes porque te aislan, no te hablan. Este año partió lo fuerte porque en abril partí una candidatura de consejería en mi facultad y salgo a la luz”, explicó.

A su juicio, todo lo que ha vivido este tiempo califica como bullying universitario, que ha ido aparejado con la pérdida de amistades e incluso de un mes y medio de clases por “miedo”.

“Al final quería volver y por eso tuve reuniones con autoridades y concordamos en que iba a volver después de la semana del 18”, por lo que retornó a las aulas el 24 de septiembre, aunque acusó que, ese día, las agresiones se demoraron entre 30 a 40 minutos en comenzar, cuando una compañera “la funó”.

“Se acerca a mi y dice ‘qué estai haciendo acá‘. Yo le digo ‘estudiando’ y ella para la clase y dice ‘profesor, no puedo estar acá porque no puedo estar con una persona que piensa como ella"”, rememoró.

Luego de esa confrontación, varias compañeras salieron de la sala, una la increpó y otros le hicieron ver que ella era quien tenía que irse, por lo que le pidieron al profesor que la sacara de la sala, solicitud a la cual el académico no accedió.

“Él les dijo ‘ustedes reproducen lo mismo que condenan"”, recordó Vega en conversación con La Radio.

Ante todos los cuestionamientos, Vega señaló que ella manifestó que no era su intención dejar la sala y que la misma compañera que la increpó le lanzó agua, con lo que le mojó la ropa e incluso los cuadernos.

Pese a que la afectada precisó que estos problemas ocurrieron con una generación diferente a la suya, con alumnos de primer año, reveló que con personas de su año también ha tenido diferencias, grupo en el cual ha encontrado criticas a sus posturas políticas.

“No hay respeto”

Vega afirmó que no ha sido la única afectada por ese tipo de situaciones al interior de este plantel y acusó que compañeros que comparten su ideología de derecha también han encontrado detractores.

“No hay respeto por la diversidad y está tomado el ambiente y los cargos de representación incluso a la fuerza, porque la gente que no comparte eso tiene miedo de expresarlo y tal vez con justa razón”, elucubró.

Debido a lo anterior, argumentó que este tipo de situaciones no son aisladas y calificó esta situación como “preocupante”, especialmente a la hora de hablar sobre el clima que se vive en la carrera de Derecho de la Casa de Bello.

“Se votaron en cuatro días, porque no había quórum, estatutos que son discriminatorios, donde se permite que te bajen una candidatura porque no eres antiespecista. Si comes carne u ocupas zapatos de cuero no puedes postularte, puedes llegar a esos extremos del absurdo”, acusó Vega.

También tuvo dardos para su rector, Ennio Vivaldi, quien -de acuerdo a Vega- ha afirmado que piensa que los estudiantes tienen autonomía, “pero eso no significa tener derecho a discriminar”, manifestó.

Nuevamente en relación a Derecho, Vega lamentó que entre los futuros abogados del plantel estatal existan alumnos que ponen en duda la presunción de inocencia, “problemas de formación y ética”, alegó.

Futuro

Hacia el fin de la entrevista, Vega admitió tener la esperanza de terminar el año académico, ya que no pretende volver a clases presenciales para no exponerse a daños psicológicos.

Además, sostuvo que la representación estudiantil en Juan Gómez Millas está bastante “descompuesta”, pero dijo que sí hay mesas internas.

“Yo he escuchado que están arrepentidos de lo que pasó. NO he visto una declaración y me gustaría que renunciaran a sus cargos para dar una señal concreta así como las autoridades (académicas) que no han dado el ancho y eso hay que decirlo”, señaló Vega.

En diálogo con Expreso Bío Bío, Vega también reveló que uno de sus deseos a futuro era realizar un magíster en la misma Universidad de Chile, lo que ya no es parte de sus intenciones en base a todo lo que ha vivido.

Ley Zamudio

Al contacto con La Radio se unió el diputado Diego Schalper (RN), quien anunció dos iniciativas parlamentarias derivadas de lo ocurrido con Vega.

En primer lugar, señaló que propondrá una modificación a la Ley Zamudio que establezca una agravante para este tipo de hechos en contextos educativos.

Segundo, el legislador indicó que sugerirá una modificación a la Ley de Universidades Estatales para que cualquier integrante de estas casas de estudio pueda acudir a la Superintendencia de Educación Superior en casos como este.

Schalper solidarizó con Vega y dijo creer que nadie puede permitir que situaciones de este calibre ocurran en una universidad público, mucho menos en una que dice llamarse “de Chile”, y acusó a las autoridades de esta de ser cómplices pasivos.

Escucha la entrevista completa a continuación: