Este jueves, por decisión casi unánime (9 a 1), el Tribunal Constitucional (TC) derogó el artículo 126, inciso segundo, del Código Sanitario, con lo cual se dio luz verde a que se hagan exámenes visuales y se receten lentes en ópticas por parte de tecnólogos médicos con mención en oftalmología y optómetras.

La resolución del TC tuvo reacciones mixtas: la liberalización de la receta de lentes y la realización de exámenes al interior de estos locales fue motivo de alegría entre el gremio de las empresas del rubro, pero generó el rechazo absoluto de la Sociedad Chilena de Oftalmología, quienes advirtieron riesgos “sanitarios reales y concretos”.

Los primeros tildaron el fallo como algo “tremendamente positivo” ya que, a su juicio, se restableció el corazón de lo que pretendía la Ley de Optometría, promulgada en 2011.

“Lo que pretendía este hito legislativo, -facilitar el acceso a la salud visual para más personas- fue entrampado por el artículo 126 del Código Sanitario y hoy nuevamente se avanza en materia de salud visual al poder contar con profesionales al interior de las ópticas que realicen exámenes de vicios de refracción como ocurre en la gran mayoría de los países OCDE”, dijo el presidente ejecutivo de Ópticas de Chile, Marco Antonio Núñez.

Según detalló en un comunicado, hay evidencia que muestra ventajas en el “acceso, calidad y protección financiera” cuando este tipo de exámenes o consultas primarias visuales se hacen con profesionales al interior de las ópticas.

“Nos parece fundamental construir un entorno colaborativo y acercar a las ópticas (…) a las comunidades para brindar una atención de calidad y prestar servicios para contribuir a mejorar la salud visual de los chilenos”, agregó Núñez.

Desde el Colegio de Ópticos, Contactólogos y Optómetras de Chile la postura fue similar y recibieron con alegría la noticia.

A través de una declaración a la prensa, la presidenta del gremio, Ana Luz Vergara, señaló que la decisión del TC “consolida el libre ejercicio en las ópticas de nuestros profesionales tecnólogos médicos con mención en Oftalmología y Optómetras, tal como sucede en el mundo”.

“De hecho, todos los países OCDE -a excepción de Francia- cuentan con profesionales optómetras al interior de los establecimientos ópticos que prestan un servicio de salud visual y ocular primario lo que, sin duda, es un tremendo aporte para el país”, señaló en el escrito.

Junto con recordar que su actuar tiene por objetivo primordial complementar el ejercicio médico y descomprimir el sistema de salud pública, Vergara sostuvo que su colegio también tiene como deber “respaldar a nuestros profesionales y entregarles las herramientas adecuadas para desarrollarse en beneficio de la salud visual de nuestro país”.

Pero cuento aparte es la postura de la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) quienes, a través de otro comunicado, manifestaron su pesar ante la derogación del artículo, lo que bajo su análisis significa la apertura de una puerta a la “desregularización de las actividades en torno a la salud visual en nuestro país”.

“Derogar la norma vigente expone a la población a riesgos sanitarios reales y concretos, pues da paso a la instalación de consultas de profesionales de la salud visual al interior de las ópticas sin ninguna justificación sanitaria, con amplias y severas repercusiones para la población, como consecuencia de la proliferación de espacios de escaso control y fiscalización”, disparó la directiva.

Para que entre en rigor, la medida debe ser publicada en el Diario Oficial, pero desde ya comenzaron a adelantar los peligros que ocurrirán ante la actualización de la normativa.

“Un mal diagnóstico realizado al margen de la red de salud reconocida por la autoridad sanitaria puede incrementar el riesgo de que patologías de alta prevalencia, como glaucoma y retinopatía diabética, no se detecten a tiempo, con un daño irreparable para miles de chilenos”, fustigaron.

Así, la Sochiof endosó en la “autoridad responsable y también los legisladores” la responsabilidad de no permitir “que la salud visual de todos los chilenos quede en una situación desregulada, al servicio de negocios particulares”.

Para ello, anunciaron que harán lo que sea necesario para evitar que, ante problemas a la vista, los chilenos acudan a otros profesionales que no sean ellos, trabajadores “idóneos en la red asistencial reconocida”, finalizaron.