Derivado de los efectos de la hecatombe climática que atraviesa el mundo, a 2050, el clima de Santiago simulará el de Nicosia, Chipre; y el de Valparaíso será el que actualmente tiene Rabat, Marruecos, una de las urbes que marca la entrada al desierto africano.

Tales consecuencias fueron discutidas por el director de Greenpeace Chile, Matías Asun, con el Expreso Bío Bío, eventualidades que fueron parte del estudio “entendiendo el cambio climático desde un análisis global de analogía de ciudad”, difundido en Journals Plos.

Según explicó el ambientalista, Rabat tiene un clima semi árido, de poca lluvia, donde se cultivan dátiles y no frutas.

“El impacto es gigantesco para nuestro modo de vida. Menos terrenos fértiles, más costos de vida, (el problema de) disponibilidad de agua será permanente, será más difícil conseguir alimento, la producción y las actividades económicas se van a modificar”, detalló Asun.

“Va a haber más polvo, más contaminación atmosférica de la que hay hoy”, añadió el dirigente, quien sumó a lo anterior la necesidad de acudir al agua desalinizada para beber y regar.

“Se degradan terrenos, todo va a costar más, habrá aumento de temperatura, van a cambiar los bosques, se van a secar, los terrenos tendrán otra vegetación”, agregó.

En esa línea, Asun afirmó que si una persona quiere seguir teniendo el clima al que está acostumbrada, a 2050 deberá viajar mil kilómetros al sur para encontrarlo. “No es lineal, pero es una muy buena referencia”, dijo.

“El clima es un gran equilibrio y lo que estamos haciendo es romper ese equilibrio, se va a volver a estabilizar, pero en parámetros que no permiten la vida como la conocemos y eso es lo que tenemos que evitar”, advirtió.

“Si lo hacemos podemos dar una señal al mundo (…). O lo hacemos ahora o no lo hacemos”, sentenció.

“Que Chile sea la sede de la próxima cumbre de cambio climático (COP25) nos ofrece una oportunidad única para decirle al mundo que nosotros podemos hacer más y que no nos quedamos solo con discursos bonitos”, valoró Asun.

De acuerdo al estudio, comentó el dirigente, el cambio climático elevará la isoterma cero, el punto en el cual las precipitaciones líquidas se transforman en sólidas en las montañas, por lo que aquello marcaría el fin de la nieve en muchas localidades, con lo cual también se aceleraría el derretimiento de los glaciares.

“Predecimos que el clima de Madrid en 2050 se asemejará al clima de Marrakech hoy, Estocolmo se parecerá a Budapest, Londres a Barcelona, ​​Moscú a Sofía, Seattle a San Francisco”, englobó el investigador y autor principal del artículo, Tom Crowther.

“Esta evaluación global puede facilitar la comprensión del cambio climático a nivel global, pero también ayudar a administradores y planificadores de las ciudades a visualizar el futuro del clima de sus respectivas urbes, lo que puede facilitar la toma de decisiones efectiva en respuesta al cambio climático en curso”, concluyó el académico según recogió National Geographic.

Plan de descarbonización

Asun también tuvo palabras para el plan de descarbonización que anunció el Gobierno a principios de junio, medida que calificó como “un chiste”.

“Piñera lo que ha hecho es comprometer el cierre de las empresas de carbón, pero básicamente no hay un cronograma”, aseveró.

“Las más antiguas van a cerrar en el plazo de cinco años y después van a quedar funcionando otros cinco años más en donde a las empresas les vamos a pagar un bono de jubilación”, acusó Asun.

“Vamos a alargar la vida útil de máquinas que están contaminando los pulmones de los niños, que básicamente no permiten que se haga ejercicio en la zona (…). Nos parece que no es suficiente, básicamente una mentira”, disparó.