Fueron 9 los viajes por distintos montos, sumando en total cerca de $63.000 y cruzando varios sectores del centro de Santiago a lo largo de 2 días, los que le fueron cobrados a Bernardita durante las horas que sucedieron a su registro en la aplicación Beat.

Dicha aplicación móvil, competencia de Uber y Cabify, llegó a Chile en 2017 desde Grecia, con un sistema de transportes que hace poco comenzó a estar disponible también en regiones, ofreciendo precios en apariencia, más bajos que servicios similares.

Pero a Bernardita le salió mucho más caro. Según explicó a BioBioChile, todo comenzó el mediodía del miércoles 5 de junio, cuando se registró directamente en la aplicación, introdujo sus datos y efectuó un viaje.

Fue el viernes que se dio cuenta de que un tercero había replicado sus datos en un segundo dispositivo a nombre de “Javier”, efectuando 6 viajes entre las comunas de Providencia, Las Condes, Santiago e Independencia por montos de $12.118, $12.446, $10.503, $8.483, $7.171, y $1.100.

Así queda evidenciado en una planilla enviada por el mismo servicio de Beat a la víctima:

viajes

Junto a este registro, Bernardita presentó a BioBioChile los cargos hechos a su tarjeta de crédito, los que muestran que en la planilla de Beat aún faltarían otros 3 viajes que ella no efectuó, por los que se le cobró $2.014, $8.158 y $1.100. Con esto, totalizaría la pérdida en $63.093.

Este último cargo por $1.100, según indicó Bernardita, no figura como devuelto según la planilla de su cuenta pese a que sería un monto para validar la tarjeta.

La víctima recurrió mediante múltiples correos electrónico al servicio al cliente de Beat pensando que se trataría de un error en el sistema, para pedir que se le reembolse el dinero. Desde la aplicación procedieron a bloquear la cuenta fraudulenta, darle escasa información sobre el supuesto victimario, indicándole sólo su primer nombre y los últimos 4 dígitos de su número telefónico.

Pese a esto rechazaron devolver el monto sustraído argumentando que Bernardita habría sido víctima de un “fraude externo” por una persona que ya poseía los datos de su tarjeta, y resolvieron no dar más información salvo que sea solicitada por las autoridades.

Bernardita, por su parte, acudió a la PDI y a la emisora de su tarjeta de crédito para dejar las constancias correspondientes, pero hasta el momento nadie se ha hecho responsable por el robo.

No es el único caso

El de Bernardita parece no ser el único caso. Basta con una revisión de los últimos meses en Twitter para percatarse de varios casos similares de suplantación de identidad y otras fallas de seguridad a las que se exponen tanto conductores como clientes.

Desde Beat suelen tomar contacto públicamente con los clientes, pero los problemas persisten.

Como el de Bernardita se pueden encontrar al menos otros 3 casos similares en los últimos meses:

Al cierre de esta nota, Beat indicó que definitivamente no devolverá el dinero sustraído de la tarjeta de crédito de Bernardita. Sin embargo, la misma empresa indicó a BioBioChile que decidieron realizar una investigación interna por el hecho, del que tendrían resultados -recién- dentro de una semana.