Este sábado el administrador Apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós, presidió la ceremonia en que fueron ordenados dos nuevos acerdotes.

En la Catedral de Santiago, fue Aós quien les entregó un mensaje a los nuevos presbíteros que incluyó la crisis que vive la Iglesia por casos de abusos y encubrimientos.

“Ustedes conocen los problemas que vivimos, que nos afectan, que tenemos que encarar. No traten nunca, nunca de justificar la maldad, el pecado, la mentira, pero no olviden tampoco nunca que el Señor Jesús ama y redime a los pecadores”, señaló.

Aós además aprovechó la instancia para fijar su postura sobre el proyecto de ley que se encuentra en el Congreso y que establece la obligación por parte de los religiosos de denunciar ante la justicia sobre los casos de abuso sexual a menores, sin excluir en esa obligación el secreto de confesión.

Jamás nadie podrá obligar a un sacerdote a que quebrante el sigilo de la confesión. Lo que ocurre en el confesionario, cuando usted se confiesa, ocurre entre Dios y usted, a través de la mediación de la iglesia, a través del sacerdote. Esto es santo es y sagrado, y no es transable”, enfatizó.

En los próximos días, se espera que la Conferencia Episcopal firme el convenio de colaboración con la Fiscalía Nacional en materia de delitos sexuales.